Estefani Carrasco Rivera.

Con el poema "Abriles de norte adentro", Pedro Lagunas ganó el primer lugar regional del concurso "Historias de mi tierra", organizado por la Fundación de Comunicaciones, Capacitaciones y Culturas del Agro (Fucoa), dependiente del ministerio de Agricultura.

Pedro es trabajador de una empresa agrícola en Azapa, y hace dos años volvió a escribir luego de muchos años. Inspirado en su ex profesora, Patricia Mardones, ingresó al club de lectura Rapsodas Fundacionales, donde a través de un proyecto y gracias al apoyo en edición, publicará su primer libro de cuentos y poesías.

Volver a la literatura

Pedro comenzó a escribir antes de ingresar a la Universidad, en los '80, pero nunca fue algo que considerará como carrera por las pocas probabilidades de generar un sustento.

"Uno cuando escribe tiene una fiebre dentro y no se queda tranquilo hasta que uno escribe. Eso viene de esos tiempos, cuando uno era más idealistas. Deje de hacerlo porque la vida se vuelve práctica y esto de escribir no es algo de lo que uno pueda vivir".

Tras participar en talleres literarios en el '89 dejó la escritura, pero hace dos años se encontró conPatricia Mardones, quien fue su profesora en la Universidad y lo invitó a participar en el club de literatura Rapsodas Fundacionales.

Todas las semanas tenía la posibilidad de llevar escritos, al igual que sus compañeros y entre todo el grupo revisaban las escrituras para ir mejorando la pluma a raíz del diálogo colectivo.

"Va afinando el olfato en esto. Ellos son culpables de este premio", agregó Pedro.

Poesía y azapa

En el mismo taller de Rapsodas Fundacionales, se anunció el concurso del Fucoa y Pedro postulo con "Abriles de norte adentro", poema que realizó inspirado en el paisaje de Azapa.

"Estando en Azapa es otro mundo, el sol tiene otro color, el cielo tiene nubes distintas todos los días, los cerros cambian de color y forma. Azapa es buenísimo, te llama en ese sentido".

Cuando escribió ese poema, Pedro estaba "peleando con la chusca".

"Todo el calor y viento me hizo pensar que el sur, porque allá en abril tiene lluvia, es otro mundo. Tenemos sequedad, viento que levanta, dibujo y peina la chusca, es un calor distinto con el que tienes que saber jugar como la siesta que corta el día".

Para Que no me lleve el diablo

A Pedro aún no se le pasa la emoción de este reconocimiento ya agradece a los jurados, al taller y a Luis Araya Novoa, "no sé porque aún no le dan el premio de literatura, él es formador de muchas generaciones de escritores".

El libro "Para que no me lleve el diablo", que sacará gracias a un proyecto de Rapsodas Fundacionales, está en proceso de imprenta, pero espera subirlo en las próximas semanas a la plataforma digital Amazon.

"El nombre lo inspiró mi abuelita, porque ella insistía mucho en esa lógica que uno siempre tiene que estar haciendo algo, el diablo se llevaba a lo ociosos decía.

Yo justo me dispuse a afrontar mi realidad de escritor y vivirlo a concho para que no me llevara el diablo"

Pedro ya está evaluando sacar un segundo libro con el material que ha generado con el apoyo del taller.