Lágrimas artificiales y lentes con filtro protegen los ojos de las pantallas
En época de aislamiento se pasa más tiempo frente a celulares, computadores y tablets y la vista se ve afectada.
Natividad Espinoza R.
La necesidad de permanecer en casa ha traído consigo un aumento importante del tiempo que las personas pasan frente a pantallas, puesto que se están usando tanto para trabajar como para recrearse navegando por internet, jugando videojuegos, viendo televisión o disfrutando de una nueva serie en streaming.
Pese a que estas alternativas hacen más llevadero el confinamiento, pueden ser perjudiciales para nuestros ojos si no se toman ciertas precauciones.
El oftalmólogo y académico de la Escuela de Medicina de la Universidad Andrés Bello, Michel Mehech, aseguró que la luz azul (UVC), que es la que emiten las pantallas que se usan día a día "no produce daño en sí al ojo". Sin embargo, la sobreexposición a la misma puede ocasionar cansancio y resequedad oculares. Esta última, debido a que se tiende a pasar mucho rato sin parpadear y, por ende, el ojo no se lubrica como debería. Por fortuna, Mehech manifestó que ambos problemas tienen solución. "Para evitar el cansancio ocular existen los famosos filtros azules, que son filtros para luz azul reflectantes y se pueden incorporar en los anteojos para dar descanso a la vista", dijo el experto, quien además precisó que no se trata de los mismos filtros que se usan para proteger de los rayos del sol (UVA y UVB). En cuanto a la resequedad ocular, que de acuerdo al médico se nota porque se ponen rojos y se siente como una molestia, sensación de tener arenilla u otro cuerpo extraño dentro y pesadez, la solución está en usar colirios de lágrimas artificiales.
"Hay que ponérselos varias veces al día. Puede ser cada hora mientras se está frente a una pantalla", dijo Mehech. Y precisó que las lágrimas artificiales no sólo ayudan a disminuir la resequedad, sino que también a evitarla.
¿cómo ubicarse?
Según el Consejo Argentino de Oftalmología (CAO), la distancia adecuada para ponerse frente a la pantalla de un computador es de 75 centímetros, con un rango aceptable de entre 60 y 100. No obstante, Mehech dio a conocer su propia fórmula: "La lejanía con la pantalla debe ser el doble que la que se tiene de un libro.
Si tú lees un libro a 30 centímetros de distancia trata de ponerte a 60 de la pantalla", dijo. Esto también ayuda a que la vista no se canse tanto.
En el caso de los celulares, Mehech sostuvo que solemos acercarnos mucho más, pero que es importante mantener la distancia. La sugerencia del CAO es posicionar el teléfono a 30 centímetros de distancia de los ojos.
Día y noche alterados
Un problema que no tiene que ver con lo oftalmológico propiamente tal pero que es frecuente "cuando se está enchufado hasta altas horas de la noche frente a los teléfonos es que se cambie el ritmo circadiano y por eso hoy más que nunca se ve a los jóvenes -que en la actualidad hasta "carretean" por videollamada- desvelados", añadió Mehech.
La razón es que la luz de las pantallas envía señales al cerebro que le dicen que está a plena luz del día.