Pastor burló el confinamiento y se fue a hacer ritos a La Pintana
Los ruidos a la distancia, que se repetían desde hace dos semanas, hicieron pensar a los vecinos de la avenida Gabriela, en La Pintana, que en el sector se estaban haciendo fiestas. Sin embargo, una investigación de Chilevisión confirmó que se trataba de ritos religiosos realizados en un centro de eventos cercano, a los que habrían asistido más de 50 personas, incumpliendo las restricciones sanitarias decretadas por el Ministerio de Salud.
Por ello, ayer la alcaldesa Claudia Pizarro lideró una fiscalización que acabó con la clausura del lugar, donde se registró la última reunión el domingo.
Las imágenes de la cita muestran a fieles abrazándose y sin utilizar mascarillas. "Estas reuniones han sido una falta de responsabilidad, una falta de cristianismo", cuestionó la alcaldesa.
Los encuentros eran convocados por la iglesia evangélica "Impacto de Dios" y liderados por el pastor Ricardo Cid, quien en 2015 fue condenado por abuso sexual infantil y se encuentra en libertad condicional.
Estos ritos se hacían hasta marzo en una sede de Santiago Centro, pero tras el decreto de cuarentena la iglesia trasladó los actos religiosos al local de La Pintana ofrecido por su dueño, quien pertenecería a la religión.
El ministro del Interior, Gonzalo Blumel, anunció una denuncia penal por vulnerar "de forma majadera" las normas, y la Fiscalía Sur abrió una investigación de oficio para determinar si los ritos superaron el aforo permitido por el Minsal de 50 personas, o si de lo contrario se incurrió en un delito sanitario.
"Yo estoy conforme con lo que he hecho por predicar el evangelio santo. Esa gente que se reunió allá fue por su propia voluntad, a nadie se le obliga", se defendió el acusado pastor, quien afirmó que ningún asistente estaba contagiado, sin mostrar pruebas.