El 63° aniversario de la creación del Colegio de Periodistas de Chile y la celebración del "Día de las y los Periodistas" hoy 11 de julio, nos sorprende como profesionales de las comunicaciones en pleno proceso de modernización y cambios. Atrás quedaron los tiempos en que la prensa tradicional, el llamado cuarto poder, era la única depositaria de la verdad y la información. Hoy, con el despliegue de la tecnología, las redes sociales masivas y la posibilidadd de hacer noticia tan solo con un click, el periodismo se transformó para siempre.
Lamentablemente, estos cambios vertiginosos olvidaron algo en el camino: el ineludible e imprescindible componente ético. La falta de ética y de responsabilidad profesional en la entrega de la información hacia la opinión pública abunda en los posteos falsos de facebook o instagram, y lamentablemente, de manera absolutamente desvergonzada, se ha transformado en pan de cada día en la televisión, las radios, los portales electrónicos y la prensa escrita, disfrazada de "discurso oficial".
Este olvido imperdonable nos obliga a trabajar con especial ahínco en la recuperación de la tuición ética sobre nuestros pares, la que perdimos después de 1973, cuando los colegios profesionales se transformaron en asociaciones gremiales.
Es un hecho que, la práctica ética del periodismo se aprende desde las aulas. Por ello, es primordial que las escuelas de periodismo utilicen es sus cátedras un lenguaje escrito y visual acorde a los cambios sociales, culturales y políticos que ha experimentado nuestra sociedad durante los últimos 20 años y que los colegas ya titulados consideren la capacitación constante como una necesidad básica para el ejercicio de esta profesión.
No queremos más informes ginecológicos ni reportes siquiátricos filtrados al aire en televisión; ni nombres o rostros de niños o niñas abusadas en las páginas de los diarios; ni personas señaladas como culpables sin juicio previo; o femicidios transformados en homicidios en las crónicas policiales.
Estamos seguros que al fortalecer la práctica ética, el periodismo promoverá de mejor forma una cultura respetuosa de los derechos humanos, ayudando a la opinión pública en la formación de su conciencia cívica, como valor instrínseco de toda democracia.
La prensa debe estar alejada de manipulaciones, montajes y distorsiones; sobre todo frente a temas tan sensibles y complejos como la migración, los tratados de libre comercio que repercuten en las regiones, las demandas históricas de nuestros profesores, los cambios de las mallas curriculares en los colegios o las leyes aprobadas entre cuatro paredes en el Parlamento.
Hoy celebramos 63 años pero aún no pensamos en la jubilación. Quienes abrazamos esta profesión desde la vocación y la convicción estamos seguros que solo el ejercicio de un periodismo ético y responsable nos permitirá contribuir a la formación de una ciudadania opinante, libre de manipulaciones y distorsiones. Ahí está y estará siempre el verdadero sentido de nuestra profesión.
Patricia Gálvez Parra
Presidenta Consejo Regional
Arica y Parinacota
Colegio de Periodistas de Chile