Para evitar una catástrofe
Con la firma de contrato y la entrega oficial de los terrenos a la empresa contratista encargada de los trabajos, hace sólo unos días el Ministerio de Vivienda dio inicio al proceso de cierre e inhabilitación de los terrenos en donde se ubicó el campamento Coraceros, a la salida sur de Arica. El cierre del campamento Coraceros no es solamente una cuestión que tenga alcances sociales o políticos; más bien se trata de una acción que tiene fundamentos técnicos y de seguridad.
Las recientes lluvias estivales y los temporales generados en la zona alta de la región, terminaron con aluviones de inundaciones y activaron quebradas que por años permanecieron silentes. Hoy se sabe que si vuelve a bajar agua por estas quebradas, sin que se tomen las medidas de resguardo, los resultados pueden ser catastróficos.
La oportuna acción de las autoridades en el verano evitó que la bajada del aluvión en la quebrada de Acha terminara convirtiéndose en una tragedia mayor, a pesar que buena parte del mismo campamento Coraceros fue barrido. Es literalmente vital que el Estado tome acciones a tiempo para evitar que poblaciones o asentamientos mal emplazados, terminen siendo afectados especialmente por emergencias.
La región se encuentra trabajando ya en definir puntos donde existen riesgos geológicos para que se instalen viviendas u otras construcciones, que no puedan enfrentar con seguridad un escenario de emergencia.
De manera similar, hace sólo unos días la Cámara Chilena de la Construcción llamó a que nuestra ciudad y la región, avancen hacia obras públicas y privadas resilientes, capaces de aguantar los embates de la naturaleza.
Mientras tanto, se debe aprender rápidamente de la experiencia del verano para evitar males mayores, y junto con ello también disponer de las medidas que solucionen los problemas de vivienda que lamentablemente también se desatan luego de la erradicación de un campamento. La clave en todos estos casos siempre es adelantarse a los hechos, anticiparse a un emplazamiento irregular, ilegal y peligroso, como también a un escenario de emergencia que pueda generar una catástrofe.