Sólo ver en las noticias información sobre acontecimientos trágicos como tiroteos en recintos educacionales y desastres naturales puede dar pie a un ciclo de angustia que se retroalimenta con nuevas informaciones y crea dependencia hacia estos episodios, indican recientes investigaciones.

Así lo confirmó una investigación realizada por la Universidad de California en Irvine, publicada en Science Advances, que aseguró que este patrón de comportamiento desemboca en problemas de salud mental y física inmediatamente después y a lo largo del tiempo, condicionando la vida de las personas que han caído en dicho ciclo de angustia.

El procedimiento que lo provoca consta de dos partes. Primero, ocurre algo grave en la sociedad, ya sea en el entorno inmediato o en un país lejano, que tiene una repercusión dramática. Luego se genera el ciclo informativo: los medios empiezan a publicar el evento y sus consecuencias, en una cadena de noticias que se actualizan en tiempo real y que llegan a diferentes soportes, desde la telesssvisión a los smartphones, pasando por la radio e internet. Así se crea el clima para el impacto psicológico: la gente puede encontrarse en un momento frágil al momento de enterarse y ser sensibles a lo que cuentan los medios, creando ansiedad y preocupación por el futuro.

Deborah Moreno Gálvez

Escuchar a personas susurrar, el crujido de la tierra bajo los zapatos o ver partir un jabón en trozos pequeños son situaciones que para algunos provocan un profundo placer. Se trata de la respuesta a estímulos visuales o auditivos, que se definen como ASMR: Respuesta Sensorial Meridiana Autónoma, por sus siglas en inglés.

YouTube tiene una larga lista que se consideran ASMR y va ganando cada vez más adeptos. Según la neuróloga de la Clínica U. de los Andes, Evelyn Benavides, estos sonidos continuos provocan un ritmo en las neuronas que terminan causando el agrado.

Para generar una sensación de hormigueo o relajación actúan dos zonas del cerebro. Según explicó a este medio, la primera es el área de la audición que "está alojada en el lóbulo temporal"; y la otra que actúa en el sector de las emociones o "el sistema límbico del cerebro".

El conjunto de reacciones provoca el relajo, ya que "las neuronas están muy conectadas y hay mucho flujo de información entre las dos áreas", explicó la neuróloga.

Agregó que esto calma a personas ansiosas y por eso existen tanta variedad de videos para distintos fines: dormir, relajarse, placer y otros.

Por su parte, el siquiatra de la Red de Salud UC CHRISTUS, Pablo Toro, dijo que tener una fascinación o fijación con este tipo de videos no se podría categorizar como un trastorno mental, siempre y cuando no perjudique la funcionalidad de las actividades cotidianas.

"Distinto es si por el hecho de mirar estos videos pierdes todo el día o dejaste de contactarte socialmente con la personas, ahí si es algo más complejo", enfatizó Toro.