Universidad Católica tenía una buena oportunidad. Si vencía a Everton en el estadio Sausalito de Viña del Mar, trepaba a la cima de la tabla de posiciones, pero el técnico Gustavo Quinteros, con la cabeza en la Copa Libertadores, alineó una oncena con varios suplentes entre los que destacaba Duvier Riascos.

El nueve colombiano llegó a principios de año y todavía no convence. Tuvo revancha. Con gol suyo, la visita se llevó el triunfo por 2-1 .

El encuentro arrancó muy trabado. La UC movía la pelota sin cambios de velocidad ante un elenco que se defendía con orden e intentaba salir por las bandas.

La monotonía se rompió a los 34'. Tras una buena combinación por el medio, el cafetalero tocó de primera en el área con Jaime Carreño y el volante definió con un sútil toque de zurda ante la salida de Cristián Campestrini.

Pero la alegría estudiantil duró apenas tres minutos. El árbitro cobró penal por un discutible empujón a Juan Cuevas y Maximiliano Cerato no falló desde los doce pases.

Sin embargo, Riascos solucionó el problema antes de que empezaran los nervios. A los 46', Carreñó filtró un pase exquisito para Stefano Magnasco. El lateral derecho sacó un centro que, tras un desvío, encontró la cabeza del artillero en medio del área. Es su primero con la camiseta de la franja.

La escuadra local se remeció con el tanto y adelantó líneas para buscar el empate. Atacaba sin luces, pero con empuje. Los desbordes de Cerato y la presencia amenazante de Álvaro Ramos mantenían en vilo al meta Christopher Toselli. Los estudiantiles aguardaban agazapados en el fondo, lanzando balones largos a su delantero centro, que mostró un encomiable espíritu de lucha durante toda la tarde. Sin compañía, se las arregló para complicar al fondo ruletero.

Con la expulsión del evertoniano Fernando Arismendi, el partido se partió. El cuadro oro y cielo iba a la desesperada en busca del empate y dejaba espacios para que los dirigidos por Gustavo Quinteros liquidaran a la contra. Esta victoria le permitió a la UC llegar a 16 puntos.