Es el comentario habitual de la gente y especialmente de algunos "Comunicadores Sociales" del comportamiento de los señores Políticos a quienes se les atribuyen todas las maldades de nuestros tiempos. Que son corruptos, que ganan sueldos exorbitantes, que viajan a costa de los contribuyentes y además se asignan garantías y bonos que el común de los trabajadores están muy lejanos de percibir.
Pero independiente de aquello hay algunas verdades que debemos a lo menos considerar, y estos son los Políticos que en su gran mayoría especialmente en la Cámara de Diputados y Senadores cumplen su labor estudiando, analizando y aprobando leyes; también, en su mayoría reflejan cómo será nuestra convivencia.
Al margen están algunos desaguisados para ponerle un nombre, cuando aprueban que los medidores inteligentes de luz sean cancelados por los usuarios.
Algunos honorables valientemente admitieron que fue un gol de media cancha producto de confianzas en los sistema internos de las cámaras en donde en las comisiones resuelven la mayoría de las leyes.
Mirando en la TV del Senado uno se da cuenta de la complejidad de las materias que se tratan con la presencia en algunos casos de invitados de valía y de gran peso técnico que nutren a los honorables de materias que ellos desconocen. Claro que algunos con tal de salir en la noticias aparecen propiciando leyes como establecer el Taca-Taca y/o la Brisca como deporte nacional o el de más allá con su estrafalaria indumentaria confiesa no saber de lo que se discute y a lo más hace cantar a los honorables sacándolos de su modorra.
Estos últimos caen en el término de politiqueros ya que están allí por diferentes razones, algunos por sus apellidos, otros por sus contactos con el poder y los más por su perseverancia al lado de los que ostentan las dirigencias siendo en su gran mayoría más leales a este poder que a sus electores y son los que sin dudas en época de elecciones golpean nuestras puertas prometiendo incluso la salvación terrenal.
Pero lo peor que nos puede pasar es que al tenor de tanta diatriba dejemos el espacio libre a estos vendedores de ilusiones y no cumplamos nuestro deber cívico de votar siempre por los mejores. Hoy que celebramos el día de la mujer, recordarles que el voto femenino costo lágrimas y sudor desperdiciar este gran esfuerzo de nuestros antepasados es reírnos de ese esfuerzo.
Ricardo Ortiz Pérez