Alrededor de 12.800 años atrás, un meteorito o un cometa impactó la Tierra y sus fragmentos cayeron en distintas partes del globo, generando cambios radicales en la vida como entonces se conocía en este planeta.
Entre los sitios que fueron golpeados por las partes del cuerpo celeste se encuentra Pilauco (Osorno), donde un grupo de científicos llevó a cabo una investigación que recientemente fue publicada en la revista Scientific Reports. Se trata de "Registro sedimentario en la Patagonia sur de Chile apoya impacto cósmico que desencadenó la combustión de biomasa, el cambio climático y la extinción de la megafauna hace 12.800 años". Es una investigación liderada por el geólogo de la Universidad Austral de Chile Mario Pino. "Nosotros obtuvimos en el sitio, en un nivel muy específico, con una cirugía muy específica, concentraciones de elementos extraterrestres. Si uno contrasta la cantidad de material extraterrestre que tiene Pilauco con la cantidad de este mismo material que hay en el hemisferio norte, las concentraciones acá en Pilauco son mayores. Entonces, lo más probable es que ya sea el cometa o el meteorito, porque no sabemos si fue un cometa o meteorito, se desintegró y un pedazo de un tamaño importante, estamos hablando de kilómetros de diámetro, cayó cerca de Osorno", explicó el profesional.
Gran incendio
De acuerdo a Pino, "esto provocó instantáneamente un incendio forestal mundial. Se ha calculado que se quemaron 50 km2 y eso originó un cambio en el clima automáticamente, porque el cielo se oscurece con el hollín y entonces viene un invierno larguísimo y la temperatura baja bruscamente". De este modo, se generó una época fría de cientos de años de duración, lo que desencadenó la pérdida de la diversidad vegetal y, por ende, resultó en la extinción de la megafauna herbívora.
Entre los animales que desaparecieron tras este acontecimiento milenario, Pino contó "gonfoterios (parientes de los elefantes), caballos, antepasados del guanaco, un animal pariente del milodón y un ciervo que se llama antifer". En cambio, sobrevivieron los más pequeños, como el pudú, el zorrillo y el coipo.
Cambio de costumbres
Ante este panorama, los humanos, que también estaban presentes en ese tiempo, "tienen que haber cambiado su estrategia para vivir", dijo el científico.
"Ya no tenían la disponibilidad de la carne de los animales grandes, solamente de los chicos. La vegetación había cambiado, estaba destruida y entonces tienen que haber empezado a vivir en condiciones de subsistencia mínimas, en grupos muy chicos y en campamentos muy móviles, aprovechando lo poco que quedaba de recursos. Por esta razón no encontramos sitios arqueológicos entre 12.800 y 12.500. No es que no haya humanos, no es que los humanos se extingan; la humanidad se hace como transparente", añadió Pino.