Emprendedora crea diseños con ropa reutilizada
Aida Castillo se reinventó, dedicando su vida a confeccionar nuevos diseños de vestidos y chaquetas, extrayendo materiales de antiguos trajes desechados.
Aida Castillo es una antofagastina que desde pequeña ha sentido un gusto por el arte, especialmente los trabajos manuales, pero lo que más pasión le da es el trabajo con la ropa, teniendo una fuerte influencia de su tía, quien confeccionaba vestidos de novia y de fiesta. De ello y tras mucho esfuerzo, con los años logró tener su propio emprendimiento, dedicado a la confección de diseños de vestuario a partir de ropa antigua o desechada, resultando en impresionantes vestidos, chaquetas, zapatos e incluso sombreros.
Madre de tres hijos, Castillo comenzó su camino como una empresaria en Iquique, donde se desempeñaba como exportadora e importadora de ropa en zona franca, entre los años 2007 y 2008.
Empresaria y artesana
Sin embargo, pese al éxito de su empresa, una estafa por parte de un ex socio terminó por quebrar a Castillo; "de la noche a la mañana un socio se fue con todo el dinero de la empresa y no pude hacer nada, me sentí muy acabada, tuve incluso vergüenza de conseguir trabajo, pero hasta que decidí continuar en lo que hago, me reinventé y empecé a ofrecer asesoría de imagen, trabajando en un galpón hasta que conocí a Eloy, un estilista con quien aprendí a restaurar antigüedades, a tejer extensiones, hacer arreglos florales. Trabajamos con bronce y todo lo relacionado con el arte, fue ahí que me dijo que tenía un buen gusto para la ropa y que hiciéramos algo con restauración de antigüedades y venta de ropa reciclada", contó Aida, quien desde niña buscaba lo original en su vestuario.
Con ayuda de Eloy, poco a poco Aida fue mejorando su trabajo, viajando posteriormente a Marruecos, donde aprendió de su cultura y el valor del arte; "fue una experiencia hermosa, a nosotros nos falta amar más nuestra cultura y sacar más provecho. Allá nadie te preguntaba de dónde eras ni cuánta plata tenías, a veces compraba algunas cosas y hacía algunas blusas o pañuelos", comentó.
Aicast y Arica
En 2015 Castillo tuvo que volver a Chile para ayudar a su padre que se encontraba con cáncer. En ese tiempo y por los costos del tratamiento, se alojó en Arica hasta ahora, donde comenzó a trabajar en la reparación de ropa antigua, transformando este trabajo en el emprendimiento Aicast; "me dije que ahora sería el boom del reciclaje, mi trabajo también es motivar a la gente a reutilizar las prendas y que tome conciencia que si hacemos eso también ayudamos al planeta. Me paso días sacando lentejuelas, cortando bordados y volviendo a orillarlo a mano; eso lo puedo poner en otras chaquetas; las lavo, las plancho, las transformo".
Aida puede tomar entre 2 semanas hasta tres meses en un trabajo, el que hace ella sola en su casa, incluyendo vestidos de novia, sombreros o chaquetas; incluso ha recibido ropa para reciclar desde Turquía, de las cuales extrae todo tipo de perlas, cristales y adornos, aunque también aprovecha la ropa americana, tomando todo tipo de telas y accesorios, logrando con ello producir hasta un desfile de modas en Iquique, aunque admite que en Arica le ha costado conseguir espacio y apoyo para su arte, a la que puede dedicarle hasta 11 horas al día.