Guardar cosas que le hablan al corazón
En la exitosa serie "¡A ordenar con Marie Kondo!", la consultora japonesa invita a tener menos objetos en las casas.
Valeria Barahona
Un problema universal es el desorden de la casa y enfrentarlo es el centro de la serie de Netflix "¡A ordenar con Marie Kondo!", una consultora japonesa que aplica en viviendas y oficinas conceptos de la cultura oriental como valorizar todo, armonizarlo y agradecer su funcionamiento.
Kondo (34) alcanzó la fama con el libro "La magia del orden" (2011), pero la plataforma de streaming la convirtió en un fenómeno global. "Conserve solo las cosas que le hablan a su corazón. Después hay que lanzarse y desechar todo lo demás", aconseja. "Cuando pone su casa en orden, también pone sus asuntos y su pasado en orden. Así, se puede ver con bastante claridad lo que necesita en la vida y lo que no". Los objetos descartados en buenas condiciones se regalan, van a caridad o a la basura.
El diseño de ambientes, que es el "hacer más habitables los espacios", es una carrera universitaria y una de sus egresadas, Antonia del Río, es la dueña de O-Tres, empresa que busca otorgar a sus clientes "un entorno armónico y equilibrado". La llaman "la Marie Kondo chilena".
En la serie de Netflix, uno de los gestos más llamativos de la japonesa es que cuando enseña a sus clientes cómo seleccionar lo que se queda o no, toca los objetos y se pregunta si le producen felicidad, cierra los ojos y si suspira, siguen en la casa. A los que se van, les da las gracias por la felicidad que aportaron.
"Ella es mucho más espiritual y calza súper bien en su cultura. Si a uno no le nace hablarle a las cosas, no tiene por qué hacerlo", dice Del Río. "El trasfondo es tener vidas más simples, más sencillas, con menos cosas, enfocarnos en el enriquecimiento personal más que en lo material (... Jamás le he dicho a un cliente 'esto tienes que botarlo', sino que los guío a que se den cuenta y reflexionen, porque están las típicas frases de 'eso no se bota (regala o dona) porque me lo dio mi marido, lo encuentro horrible pero no se bota', ¿quién dijo que no? Estoy súper de acuerdo cuando Kondo dice que la persona no está en ese regalo, sino que tuvo un gesto, lo eligió, te lo regaló y ese momento fue el regalo, esa preocupación que tuvo, pero más allá de eso tu relación no se va a ver afectada si guardas o no ese objeto", dice . Agrega que el éxito en pensar "por qué nos apegamos y ponemos tanta carga emocional a las cosas".
El exceso de objetos en un lugar, así como su ausencia desmedida, llevan pensar que quien lo habita pasa por algún tipo de problema mental o emocional. El psiquiatra Julio Azúa opina que "no es que a alguien que le guste el orden está necesariamente enfermo, sino que es parte de la vivencia normal de la diversidad que existe en el mundo, donde hay gente más orientada hacia el orden y otra no tanto".