La capitán que dirige el trabajo para "domar" el río San José
El equipo encabezado por la oficial de Ejército Gabriela Valdivia trabaja en el proyecto Cahuelmó, el cual actualmente está combatiendo los desbordes del río.
La maquinaria de Cahuelmó está especializada para la construcción y fue adquirida por el Ejército durante el año pasado, pero fue utilizada por primera vez desde la semana pasada, cuando el desborde del río comenzó a afectar a distintos puntos de la región.
La capitán Gabriela Valdivia Marambio fue la escogida para estar a cargo de la labor que tiene como objetivo evitar que la aguas del río se salgan de su cauce y lleguen a sectores habitados.
"La idea que nos dieron desde la Onemi y el Ministerio de Obras Públicas fue tratar de encauzar el río y darle una corriente continua y fluida sin tantas curvas para evitar que tome mucha velocidad y rompa los laterales del río, evitando así que el agua afecte a las personas", afirmó la oficial.
El jueves de la semana pasada, momento en el que se activó la alerta, el equipo del Ejército se dirigió junto con la maquinaria de Cahuelmó hacia Las Llosyas para habilitar el acceso de Cerro Sombrero. Posteriormente, se fueron el sábado a controlar la inundación del campamento Coraceros, en donde tuvieron que crear un canal de tres metros de profundidad para drenar e intentar devolver el río al cauce normal, trabajo que tomó todo el día.
Desde el día domingo la capitán Valdivia y su equipo han estado monitoreando el sector de Azapa, ya que había bajado el torrente de agua y nuevamente era necesario mitigar el problema.
Con la bajada de la madrugada del martes se destruyeron alrededor de 150 metros del trabajo que se había avanzado, por lo que tuvieron que volver y repetir el proceso, porque se abrió otro brazo del río que no estaba contemplado. En el último reconocimiento de la zona, se perdieron otros 80 metros. "Uno trata de mitigar lo más posible, pero no se podrá cerrar en un 100%, a menos que se hagan trabajos con concreto", aseguró la funcionaria.
Llamado del deber
Durante la mañana de ayer seguían con los trabajos, en esta oportunidad en la Bocatoma de Azapa, en el kilómetro 45, moviendo rocas y tierra en el lugar para controlar el cauce del río. "Estamos probando en tiempo y en necesidad real las capacidades de esta máquina", afirmó la capitán debido a todo el trabajo de emergencia realizado.
"La idea del equipo con el que trabajamos es accionar con la maquinaria en lugares críticos; no podemos realizar un cauce completo, porque eso tomaría meses; a pesar de nuestras intenciones, no podemos solventar ese trabajo como Ejército", agregó.
La militar comentó además los obstáculos que algunos habitantes del sector han puesto a lo largo de este proceso. "Ha sido complicado tener que lidiar con eso, ya que esta es una emergencia que nos afecta a todos, no a una persona en particular, por eso lo ideal es que los habitantes de la zona nos presten apoyo y nos dejen ingresar con la maquinaria", recalcó.
Por el momento, los trabajos con la maquinaria del proyecto Cahuelmó continuarán hasta que el estado de alerta se acabe, pero la capitán aseguró que sus labores podrían extenderse por otra semana más debido a las condiciones climáticas que se han percibido últimamente.