La existencia de los campings en esta zona de la ciudad se ha mantenido por años. En el caso del Camping La Pirámide, su historia se extiende por dos décadas.

De acuerdo a la encargada de este lugar, Ana Bugueño, a pesar de que lleva trabajando por sólo un año, sabe que los dueños originales se han mantenido desde hace 20 años en el rubro.

El lugar está abierto durante todo el año, pero para este tipo de negocios, el verano siempre es la época más ocupada. En el caso de este camping, Ana aseguró que los bañistas comenzaron a llegar de manera masiva desde diciembre, principalmente los fines de semana, y de manera esporádica entre lunes y viernes.

"En diciembre, durante la época de los paseos de curso en los colegios, la demanda también aumentó de manera considerable", agregó.

Por $3.500 pesos, los visitantes pueden permanecer en las instalaciones del lugar desde las 9.00 hasta las 19.00 horas, período de tiempo en el cual pueden utilizar la piscina y también las numerosas parrillas disponibles para hacer asados junto a la familia.

¿falta de lugares?

De acuerdo a visitantes del Camping La Pirámide, los establecimientos que antes estaban por el sector, poco a poco han ido desapareciendo, o piensan que han sido clausurados, y es que en pleno fin de semana, algunos de estos recintos mantienen sus puertas cerradas y sin señales aparentes de que se les esté haciendo un mantenimiento constante para permanecer funcionando para el público.

"Los campings como El Pulpo, por ejemplo, no lo hemos visto abierto, y creo que ya no hay muchos campings para venir a pasar el día, al menos por Gallinazos, quedan pocos abiertos, porque en Azapa todavía quedan varios", comentó Álvaro Díaz, visitante del Camping La Pirámide.

Ana Bugueño, encargada de La Pirámide, aseguró que a pesar de que este tipo de negocios son relativos, no tiene conocimiento del estado actual de otros establecimientos del sector, o si es verdad que algunos han sido clausurados.

De cualquier manera, los campings siguen presentes en el sector y más que disponibles para los bañistas que buscan variar sus panoramas. Son una opción alternativa al mar, para los que deseen disfrutar junto a los más pequeños sin preocuparse por el oleaje, o para quienes están en busca de un lugar menos concurrido que una playa.