Debate sobre el uso de la edición genética divide a EE.UU.
Siete de cada 10 estadounidenses están de acuerdo con recurrir a esta herramienta. No obstante, se oponen a ciertas aplicaciones.
La mayor parte de los estadounidenses creen que está bien recurrir a la edición genética para crear bebés que estén protegidos contra determinadas enfermedades. Sin embargo, el grueso de estos ciudadanos cree que deben existir límites en cuanto a modificar el ADN para que los niños nazcan más inteligentes, rápidos o altos.
A un mes del nacimiento de las dos primeras niñas editadas genéticamente en China, una encuesta llevada a cabo por AP y el NORC Center for Public Affairs Research (Centro NORC para la Investigación de Asuntos Públicos) dejó al descubierto que la población está dividida entre la valoración de una tecnología lo suficientemente poderosa para alterar la herencia humana y las preocupaciones en torno a si ésta será utilizada de forma ética.
El diseñador de exhibiciones del Museo Carnegie de Historia Natural en Pittsburgh (Pensilvania, EE.UU.), Jason Keener (31), dijo estar de acuerdo con la edición genética de embriones para prevenir enfermedades incurables. No obstante, sostuvo que se opone a que "los ricos comiencen a crear bebés de diseño".
La madre de Keener sufre de lupus, una patología inflamatoria que puede ser causada tanto por el medio ambiente como por la herencia genética.
De acuerdo al hombre, este mal "ha sido una presencia amenazante toda mi vida. He vivido cerca de alguien con una enfermedad crónica y he visto los daños que ha causado, no sólo en su vida, sino en la vida de mi familia".
editar la genética
La edición genética permite a los científicos eliminar secciones del ADN a fin de reemplazar o reparar un determinado gen. Así, alterar las células de personas adultas sólo afectaría al paciente atendido, pero editar genes en óvulos, esperma o embriones alteraría a los niños de tal forma que estas modificaciones podrían heredarse también a generaciones futuras. La magnitud de estas modificaciones sería tal, que las normas de ciencia internacionales sostienen que la edición genética no debería ser probada en embarazos humanos hasta que una investigación en laboratorio de largo aliento determine que es seguro.
Las cifras
Según la encuesta AP-NORC, siete de cada 10 estadounidenses están a favor de recurrir algún día a la edición genética para evitar una enfermedad incurable o letal que podría heredar un menor, como la fibrosis quística o la enfermedad de Huntington, entre otras. Cerca de dos tercios de estos ciudadanos están también a favor de la edición genética para evitar que un niño herede padecimientos no mortales como la ceguera, e incluso para reducir el riesgo de desarrollar patologías más adelante en su vida, como algunos tipos de cáncer. Pese a esto, siete de cada 10 estadounidenses se oponen a usar la edición genética para alterar capacidades como la inteligencia o capacidades físicas, así como para alterar rasgos físicos como el color de los ojos, el pelo, etc.
El sondeo, aplicado a 1.067 adultos entre el 13 y el 16 de diciembre del año pasado, tiene un margen de error de aproximadamente 4,1 puntos porcentuales. Quienes respondieron la encuesta fueron elegidos al azar y posteriormente entrevistados por teléfono e internet.