Camila Espinoza López
Se acerca Navidad y el verano, una época que muchos jóvenes aprovechan para buscar un trabajo temporal y así sumar un ingreso extra. "Siempre es bueno que los jóvenes realicen una actividad laboral desde temprana edad, ya que eso les permite obtener habilidades que sus pares no tendrán. Además, esos ingresos extras podrán destinarlos a cubrir actividades extra programáticas y de recreación que no alcanzan a cubrir con las mesadas", dice el gerente general de Defensadeudores.cl, Mario Espinosa.
El especialista afirma que ésta es una alternativa para evitar un mal generalizado entre muchos jóvenes: el endeudarse más allá de su capacidad de pago.
El endeudamiento
De acuerdo al último estudio de la Universidad San Sebastián y Equifax, el universo de endeudados morosos que están en DICOM llega a las 4.482.547 personas, en un país de 17 millones de habitantes. De esa cantidad, 933.420 son jóvenes de entre 18 a 29 años, los que representan un 22% del total de endeudados morosos en Chile.
Justamente, este mes El Servicio Nacional del Consumidor (Sernac) y el Instituto Nacional de la jueventud (Injuv) lanzaron una campaña destinada a los jóvenes denominada "Endeudarse no es un chiste".
El investigador del Centro de Estudios en Economía y Negocios de la Universidad del Desarrollo, Guillermo Acuña, dice que "se recomienda endeudarse por no más del 25 % del ingreso líquido. En el caso de alguien que no tiene un ingreso establece, quizás podría ser un promedio de cuánto fue lo que ganó el último año. Sacar un promedio mensual y definir ese monto como su capacidad máxima de endeudamiento".
Ordenarse
El economista y académico de Ingeniería Comercial de la Universidad Mayor, Roberto Saavedra, dice que una forma de poner atajo a la morosidad es ordenarse.
"Lo primero es que tienen que saber el status en el cual están, es decir, cuál es su nivel de deuda, qué es lo que ellos tienen y cuál es su capacidad de generación de ingresos mensuales", dice el especialista.
El experto recomienda consignar la información en una planilla Excel para ordenarse.
Crear un plan
Un segundo elemento es generar un plan y "definir qué cosa quieren hacer, a dónde quieren ir. Si detectan que tienen un volumen elevado de deuda, su plan debería ser bajar primero deudas antes de invertir", advierte Saavedra.
El especialista recalca que al armar ese plan se debe establecer un objetivo y acciones coherentes: "Por ejemplo, si una persona dice: voy a ahorrar y después los amigos lo invitan a vacacionar fuera del país y él se gasta ese dinero, no está siendo coherente".
Saavedra enfatiza que se deben determinar qué acciones se pueden tomar para aumentar mis ingresos y disminuir mis egresos.
Además, dice que no hay que olvidarse del ahorro y de posibles inversiones, especialmente cuando se obtengan excedentes.
Hacer ajustes
Otro punto, a juicio del especialista, es contar con mecanismos de control para controlar gastos. "Cuando se salga de la acción en pos de ese objetivo, la persona debe hacer un ajuste. Es decir, si se disparó un mes un gasto que no tenía proyectado; tuvo que empezar a usar más el sistema de transporte público o tuvo que pagar arriendo, entonces tiene que ajustar otra partida para quedar en el mismo status que tenía y no quedar en peor situación".
Acuña concuerda en que se debe desarrollar una estrategia para controlar el gasto. "Por ejemplo, cada vez que uno ve algo que quiere y que puede ser un gasto importante, debe pensarlo dos veces antes de comprarlo y, por ejemplo, esperar una semana y ver si quiere hacer ese gasto".
El uso de tarjetas
Un sondeo realizado por el Injuv en 2017 a 1.113 jóvenes de 18 a 29 años arrojó que el 35% de los encuestados declaraba tener una tarjeta de crédito. "Lamentablemente, el hacerse cargo de una no es tan fácil sin tener una correcta educación financiera", dice el director Nacional del Injuv, Mirko Salfate, en un comunicado.
Acuña aconseja tratar de "pagar al contado o en cuotas sin interés".
"La recomendación es que, si se van a utilizar tarjetas de crédito y de casas comerciales, sea en una sola cuota y se pague con ingresos de mesadas o trabajos esporádicos", recalca Espinosa.
"Cada vez que uno ve algo que quiere y que puede ser un gasto importante, debe pensarlo dos veces antes de comprarlo y, por ejemplo, esperar una semana"
Guillermo Acuña,, académico de la UDD"