Estefani Carrasco Rivera.

Desde los 10 años ya andaba en la cocina con grandes cuchillos, por lo que su madre contrató a un chef de Inacap para que le enseñara como usar los utensilios y terminó creando su propia preparación.

Rodrigo Balbontín nació en Arica, pero dos temporadas en Perú. La primera fue entre los 7 y 8 años, donde nació su gusto por la cocina y los sabores. La segunda fue en su adolescencia donde concluyó la enseñanza media en el vecino país.

Al salir de cuarto medio volvió a Chile a estudiar Ingeniería industrial en Valparaíso, pero "felizmente" no le gustó la carrera y se regresó a Lima a estudiar cocina en Le Cordon Bleu, la cual es una cadena de escuelas culinarias francesas.

Destacado chef

Luego de estudiar tres años cocina y pastelería, no ha parado de trabajar en diferentes lugares de renombre como La Rosa Náutica de Lima, Astrid y Gastón de Santiago, trabajó con el chef peruano Rafael Osterling en su restaurant Rafael y en El Mercado. También en el restaurant Maido, "el cual es el mejor de Perú".

Actualmente es chef corporativo de Cusco Restaurants, en donde realiza cambios de carta, los estándares de calidad y está en proceso de crear un centro de producción para abastecer a la cadena.

"Lima es un centro gastronómico de por sí, pero Cusco está siendo resaltado en lo gastronómico. Nosotros estamos preparando para superar los estándares del turismo", comentó.

Al consultar su sello gastronómico al tener una identidad marcada por el ir y venir entre ambos países, Rodrigo comentó que la vida misma es un aprendizaje y fuente de inspiración.

"Los lugares a los que vas, vivencias, lo que pruebas y la naturaleza son todas estas inspiraciones que día a día te van llenando. Personalmente me gusta hacer una cocina honesta, no pretenciosa, que los sobres hablen por sí mismos y me baso en las cocinas del mundo. La globalización es lago que estamos escuchando todo el día, se ve en la tecnología, las comunicaciones y también en la cocina".

Rodrigo comentó que siempre trabaja con ingredientes locales como los principales.

Crucero

Rodrigo recibió la invitación de parte de David, el chef corporativo del crucero Silver Cloud, para ser uno de los dos chef invitados en la travesía, donde preparará tres cenas.

"Felizmente uno de los puertos fue Arica, viví gran parte de mi vida aquí, le tengo mucho cariño. Desde Antofagasta haré platillos inspirados en la cocina chilena. Vamos a trabajar con mariscos, hay una versión de perol marino, sopaipillas, caldillo de congrio, poroto con riendas, cordero patagónico con porotos granados. En el postre voy utilizar ciruelas, que es el fruto más exportado en Chile, el mote con huesillo y la papaya chilena".

Esta es una oportunidad enriquecedora para Rodrigo, ya que se trata de una cocina en constante movimiento.

"Es como una cocina de hotel, pero a mil revoluciones por minuto, donde 200 personas se sientan a comer en un plazo de dos horas y tienes que atender a esas 200 personas con la misma calidad. Al mismo tiempo tienes room servince, buffet y es un aprendizaje en cuanto a estándares de calidad y el trabajo en equipo".

El 26 de octubre partieron en Lima y el 5 de noviembre se baja en Puerto Montt.

Proyecto en Arica

Cuando concluya esta travesía en el Silver Cloud, Rodrigo pretende volver a Cusco donde concluirá el proyecto del centro de producción de Cusco Restaurants y luego retornar a su ciudad natal.

"Me pienso quedar un año o un año y medio aquí en Arica. Mi familia es aficionada al tema de la comida así que vamos a hacer unos proyectos interesantes a mi vuelta el próximo año. Serán cosas nuevas en lo gastronómico así que se vienen sorpresas", comentó Rodrigo minutos antes de que zarpara nuevamente la nave de lujo que abrió la temporada de cruceros 2018-2019.