El pasado 1 de septiembre se constituyó la primera Corporación Municipal de Fomento Productivo. De carácter público privado, pretende hacerse cargo de la administración de diversos espacios públicos, además de fomentar la agricultura tecnificada, la logística y los servicios en la región.

El primer hito fue la concesión de la playa El Laucho y las Cuevas de Anzota. Según su director ejecutivo, Ayú San Martín, pretenden administrar el borde costero de manera integral y para ello "hemos coincidido con la autoridad en que una entidad puede administrar y dar un ordenamiento, siendo contraparte desde lo técnico y profesional, haciendo que el trabajo sea más fácil", dijo.

- ¿Por qué no se incluyó a La Lisera en la concesión?

- Estamos trabajando en un convenio mixto, en el que en conjunto con la municipalidad administremos algunos espacios de La Lisera, como los servicios higiénicos y el lugar para actividades comunitarias, recreativas, deportivas, culturales y sociales. Se está trabajando para tomar otras concesiones también. Es importante resaltar que estamos a un mes de nuestra gestión y estamos dando muestras de que somos capaces de gestionar concesiones marítimas en breve plazo.

- ¿Quiénes componen la corporación?

- Tiene un directorio compuesto por tres directores municipales, el alcalde Gerardo Espíndola, Paolo Yévenes, director de la Dirección Municipal de Prevención y Seguridad (Dipreseh) y Carolina Díaz, encargada de planificación del Departamento de Administración de Educación Municipal (Daem). Además hay dos directores privados, Daniela Beltrán, presidenta de la Cámara de Turismo y Aldo González, presidente de la Cámara de Comercio. Tenemos también una asamblea compuesta por 14 socios, incluidos los directores.

- ¿Cómo se va a financiar?

- Por ahora nuestra principal fuente es municipal. También contamos con el aporte de los socios, quienes contribuyen voluntariamente a la corporación. Podemos optar a financiamiento por gestión y apalancar recursos vía proyectos. Podemos acceder, por ejemplo, a fondos espejo del Transantiago, fondos concursables, fondos Corfo, FNDR, estamos también sometidos a la Ley de Donaciones, por lo que las fuentes de financiamiento son bastante amplias.

- ¿Pero existe un monto ya asignado para el trabajo?

- Establecimos un presupuesto y por eso la municipalidad con el apoyo de los concejales aprobó 211 millones de pesos que nos permiten trabajar hasta el 31 de diciembre. Con esto contratamos a los vigilantes para El Laucho y Anzota, personal de aseo, a futuros salvavidas y todo lo que tenga que ver con la mantención y operación. Tenemos una unidad de promoción y difusión del destino turístico y con este presupuesto también podremos hacernos cargo de ello. Estamos elaborando el presupuesto para el 2019, que tiene que tener una base que sustente el trabajo de la corporación y permita que los profesionales que se contraten sean capaces de apalancar más recursos para que la comunidad se vea beneficiada. Para el próximo año estamos pensando en financiamiento a través de proyectos relacionados con los espacios que administramos, por ejemplo, estamos trabajando en uno relacionado con la seguridad en Anzota. También presentaremos una propuesta de presupuesto al municipio para su aprobación, el que fluctúa entre los 600 y 700 millones de pesos para el 2019.

- ¿Cuántas personas hay contratadas actualmente?

- Ya estamos con 35 trabajadores.

Transparencia

- ¿Cómo se van a transparentar los gastos que tenga la corporación?

- Al igual que todas las corporaciones estamos sometidos a rendir la ejecución de fondos públicos. Tenemos que hacer una rendición al 31 de diciembre a la Unidad de Control de la municipalidad. Además debemos rendir ante el concejo municipal los aportes cada seis meses.

- ¿Existe un plazo de duración de la corporación?

- La corporación va a durar mientras sea capaz de demostrar que debe durar y ahí está nuestro gran desafío. Tenemos la participación público privada que le da sustentabilidad, por lo que el alcalde puede cambiar y con ello, el presidente y los directores municipales. No obstante, los privados cambian por votación de la asamblea y serán siempre privados, por lo que la decisión de que termine o no esta corporación, además de la capacidad de gestión que debe tener, va a depender de la asamblea que es soberana en este tipo de decisiones.