Evo Morales reclamará a la ONU por el fallo de La Haya
Presidente boliviano hizo el anuncio tras conocerse la sentencia por la demanda que presentó en 2013.
Michael Seguel P.
El presidente boliviano Evo Morales anunció ayer que enviará una carta de protesta a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en protesta por el fallo de la Corte Internacional de Justicia de La Haya que el lunes, y tras cinco años de litigio, resolvió por 12 votos a favor y tres en contra que Chile no está obligado a negociar una salida soberana al mar para Bolivia.
"Voy a enviar una carta demostrando las contradicciones (de la Corte) y su decisión de no acompañar para que se haga justicia con Bolivia. Cómo la Corte puede parcializarse con algún grupo. Ustedes saben de dónde viene esta injusticia, de una invasión", dijo ayer Morales en una conferencia de prensa en la Casa del Pueblo Grande de La Paz, tras regresar desde La Haya.
Consultado sobre si acatará el fallo dijo "respetamos el informe, pero lo que más quiero saber es si Chile va a respetar la invocación de la Corte Internacional de Justicia".
Esto, en referencia a la parte del fallo donde dice que, si bien Chile no tiene "la obligación de negociar" la salida al mar, las conclusiones de la Corte "no deben ser entendidas como un obstáculo para que las partes continúen sus diálogos", si así lo estiman.
Respecto del monto destinado por Bolivia para financiar la demanda contra Chile interpuesta en 2013, Morales no dio respuesta. La Tercera dio a conocer ayer que en los cinco años de litigio, Chile destinó más de $16 mil millones al caso.
En Chile, el canciller Roberto Ampuero respondió al presidente boliviano que "acate el fallo" del organismo dependiente de la ONU. De acuerdo a la misma resolución, ésta tiene carácter de "final, sin apelación y vinculante entre las partes". Es decir, que debe ser acatada por ambos países.
Más temprano, el Presidente Sebastián Piñera dijo en Antofagasta que "nuestro país siempre tendrá las puertas abiertas a un diálogo constructivo, de buena fe, para enfrentar esos problemas y esas oportunidades. Ahora, si Bolivia insiste en un camino equivocado, como yo creo que ha seguido en los últimos años, sin duda el diálogo se hace difícil, sino imposible".