La magia de la danza de Marcela Ramos cumple 31 años en Arica
Estudiantes de diferentes generaciones destacan los valores que entrega la escuela
Miles de personas han pasado por las clases de danza de Marcela Ramos, quien con disciplina, dedicación y mucho cariño, ha levantando la escuela de danza más grande de la región en la actualidad.
Más de 180 bailarines de todas las edades se presentarán hoy en el Teatro Municipal para conmemorar los 31 años de la Escuela de ballet Marcela Ramos.
Luego de tres décadas, la creadora de este espacio se mantiene llena de energía para seguir en el camino de la transformación y aprendizaje a través de las artes.
Tres décadas de amor
Por 27 años, la escuela estuvo en el centro de Arica en un espacio que era arrendado por Marcela Ramos, pero hace tres años echó abajo su casa y reconstruyó cada rincón para que fuera funcional a la nueva sede.
Hay un jardín, espacios reconfortantes para los padres quienes esperan a sus hijos, una cafetería para compartir y pequeños, pero significantes detalles que envuelven este mundo.
"Hay muchos niños que han creído en que el arte puede ser una forma de vida, ahora tengo seis ex alumnos que estudian danza en la Universidad de Chile", comentó Marcela, mientras saludaba y despedida por sus nombres a apoderados y estudiantes.
En el ambiente hay mucha fraternidad y una vibra de alegría que se siente de inmediato.
"Esto es mi vida, pero no sólo es que viva de esto, si no que me hace vivir. Siempre estoy estudiando, viajando para enseñar y que vean que las artes tienen un objetivo y es hacernos más felices", comentó.
Dicta clases a estudiantes de tres años hasta jóvenes. Mientras que es directora de la compañía Cuerpos en suspensión, donde hay integrantes con edades que van de los quince a los 58 años.
El 42,7 % de los integrantes está becado, porque la idea de la escuela es ser un espacio para todos.
"También hay tres niños con síndrome de down, dos niños con asperger y un autista. Somos realmente una familia, donde todos van creciendo de la mano, todo eso ha sido por la danza. Quizás no podemos cambiar el mundo, pero sí podemos cambiar pequeños mundos".
Las proyecciones son ampliar las salas para hacer más clases de forma paralela, "porque se supone que van a ir egresando estudiantes de la carrera de danza, van a ir haciéndose cargo de la escuela y de apoco yo sólo pase a ser la directora".
Estudiantes
Estudiantes de diferentes edades concuerdan en los valores que trasmite la escuela más allá de la danza.
Josefa Pérez, ingresó a los dos años y hoy cumple 15 en la escuela, pasando a ser ayudante de las clases, "siento que acá nos enseñan sobre la vida a través del baile"
Juan Pablo Domínguez entró hace cuatro años, cuando recién había ingresado a la Universidad, y ahora es parte de la compañía, "la danza siempre es un desafío constante, yo antes hacía teatro y me di cuenta acá que podía bailar. La danza te desnuda, mostrándote lo lindo que es relacionarte con otros a través de esa transparencia".
Alicia de 11 años, lleva poco tiempo, pero le gusta porque siempre tiene amigas con quien se puede relajar allí, "es nuestro espacio y siempre aprendemos cosas nuevas".
Antonia 12 años, comentó que le encanta bailar y no se saldría por nada, "me gusta expresarme con el cuerpo en vez de hablar".
Daniela de 12 , comentó que le gusta mucho bailar con ello aprende "otro tipo de comunicación a través del cuerpo".
Fernanda de 11, comentó que asiste porque se divierte y hace lo que le gusta: bailar.
María de 10 años dijo que le gusta bailar porque "es de amigos, felicidad y compartir nuestros sentimientos".
Tomás Felgueras es un joven psicólogo que desde niño le gusta la danza y hace siete años con la escuela logró su anhelo que convirtió en un desafío, "le ofrecí a Marcela hacer talleres para trabajar habilidades sociales y este año me gustaría volver a hacerlos, pero sobre procesos cognitivos".
Daniel Lamilla, quien participa hace ocho años en la escuela dijo que no se trata solo de moverse, "va mucho más allá, de lo que se puede llegar a hacer, de cómo uno se siente y como lo reflejas llevándolo en la vida cotidiana, fuera de este mundo maravillosos que tenemos en la escuela".