Cómo en 60 días le cambió hasta la sonrisa a la señora Elba
Tras años de habitar en la esquina de Prat con Maipú, hoy la mujer ya vive en un centro de larga estadía. "Mucha gente la miraba, pero no la veía", dice el seremi de Desarrollo Social.
Aprincipios de junio de este años y después de varios e inútiles intentos que por años la mantuvieron en la esquina de Prat con Maipú, Elba Álvarez Uruy (66), aceptó la solicitud y el beneficio de internarse en el hospital regional para, por fin, acceder al tratamiento que terminara con años de situación de calle y con esto, el consumo excesivo de alcohol.
Bueno, el tiempo pasó, y esta semana, la mujer fue dada de alta y luego de las gestiones de la Seremi de Desarrollo Social, se le consiguió un cupo en el centro de larga estadía de adultos mayores Renacer, donde continuará con su proceso de rehabilitación.
"La señora Elba llevaba años en ese lugar con muchas carencias y vulnerabilidades. Mucha gente la miraba, pero no la veía. Nosotros sí la vimos", dijo el seremi de Desarrollo Social, Roberto Erpel.
Tenía sonrisa
La mayoría de los ariqueños que a diario circulaban por el centro de Arica la ubicaba.
Elba Álvarez (66) se dejaba ver descalza, con una lata de cerveza en la mano, pidiendo dinero a los vehículos que paraban en el semáforo de Prat con Maipú, para luego dormir en una vivienda hechiza que ella misma levantó con cajones de frutas en un poste de la misma intersección.
Pero aunque muchos sabían su nombre, pocos conocían su apellido ni menos su RUT, datos fundamentales para poder iniciar un proceso de intervención sicosocial que le permitiera terminar con su condición de salud y vulnerabilidad, en el que se evidenciaba un severo daño cognitivo y carencia de redes familiares de apoyo.
Ante esta situación, Desarrollo Social inició un trabajo multisectorial para poder identificarla primero y luego iniciar su tratamiento.
A través del Registro Civil se intentó obtener las huellas dactilares, pero como la mujer se encontraba descompensada, no se puedo realizar esa acción. Finalmente, la PDI logró concretarlo haciendo que marcara sus huellas en un vaso, lo que permitió individualizarla.
Luego, mediante los Tribunales de Familia se logró emitir una orden de internación y con la gestión de funcionarios del Servicio de Salud se habilitó un espacio en el Hospital Doctor Juan Noé para dar los primeros pasos a su tratamiento.
Paralelamente, tras gestión del IPS obtuvo la cédula de identidad, se le inscribió en Fonasa y comenzó a recibir la Pensión Básica Solidaria y de Vejez.
En el recinto asistencial comenzó a cambiar su cara. Reía con las enfermeras y con los funcionarios que la iban a acompañara y le llevaban pañales, le lavaban su ropa y estaban prestos a lo que necesitara. Tras dos meses internada, se le consiguió un espacio en el centro de estadía de adultos mayores Renacer.
En ese hogar fue recibida con mucho amor por las cuidadoras y los abuelitos que allí viven. Hoy sonríe, hace broma y su cara es más feliz, con ropa limpia y dispuesta a recibir cariño.
"En este trabajo se vio el espíritu del Gobierno del Presidente Piñera y del ministro Moreno: las personas en situación de calle y los adultos mayores no están solos y haremos todo lo posible por mejorar su calidad de vida.