En resumen
Cuatro documentales, disponibles en Netflix, abordan el abuso de poder en el negocio de la espiritualidad. Desde "Wild, Wild country", hasta "Holly Hell".
Cuatro documentales, disponibles en Netflix, abordan el abuso de poder en el negocio de la espiritualidad. Desde "Wild, Wild country", hasta "Holly Hell".
Aunque la irregular curatoría de Netflix pareciera estar siempre al debe con el cine de ficción, es destacable que aborde la realidad conformando un mapa de temáticas y conexiones. Podríamos decir que la compañía de streaming está obsesionada con Los Beatles, "Star Wars", los asesinos seriales y, últimamente, con los líderes espirituales.
El plato fuerte es, por supuesto, "Wild wild country", una de esas producciones que a simple vista parecen montajes, hasta que descubrimos que todo lo que cuentan es real. Dividida en seis episodios, la serie documental se acerca a Bhagwan Shri Rashnish, más conocido como Osho, gurú que en los años 80 se asentó en una pequeña localidad de Oregon junto a sus seguidores, escapando de los problemas que habían acumulado con las autoridades en India. El líder, bautizado como "Gurú del sexo", no tenía problemas en coleccionar autos de lujo ni usar un Rolex en su muñeca. Pronto llegarían los conflictos, los billetes, las tensiones, los crímenes, las contradicciones y las armas. Con astucia narrativa, habilidad y valiéndose de un material asombroso, los hermanos Chapman y Maclan Way superan toda ficción.
Asombroso es también el material de archivos personales que el cineasta Will Allen muestra en su documental "Holly Hell", centrado en su adhesión de 22 años a una secta llamada Buddhafield que comenzó en California, se mudó a Texas y terminó operando en Hawái. El líder es Michel Rostand, un tipo narciso, tonificado y bronceado que, luego de un tiempo, comenzó a mostrar sus verdaderas intenciones de manipulación. Con registros propios y entrevistas, Allen construye un documento intimista y potente que le sirvió como terapia antes de estrenarlo en Sundance. "Holly Hell" es cine de denuncia, autodescubrimiento y liberación.
"Deprogrammed", de Mia Donovan, se adentra en la cruzada anti-culto liderada por Ted Patrick y comenzada a comienzo de los años 70 con el fin de "desprogramar" la cabeza de los miembros de sectas. Donovan contrasta un método que, en una primera mirada, podría ser un remedio para el abuso (entrevista a su hermano, quien fue rescatado de un culto satánico) sin dejar de resaltar los daños que éste puede provocar en sus víctimas. La directora reflexiona sobre la fe, la manipulación y el libre albedrío y, lo que es importante, se hace muchas preguntas en torno a una práctica cuestionable.
"Enlighten us" aborda la gloria y caída de James Arthur Ray, rockstar en el mundo de las charlas motivacionales (defensor de la "ley de atracción del universo") y quien que fue responsabilizado por la muerte de tres clientes durante una ceremonia de sanación. La realizadora Jenny Carchman revisa la tragedia y lanza sus dardos en contra de la millonaria industria de la autoayuda.