El lenguaje verbal y de señas acompaña a este conscripto desde la cuna
El joven santiaguino que por primera vez juró la bandera al pie del Morro, espera seguir su carrera militar e inscribirse en la escuela de oficiales.
Pablo Iván Neira, es el nombre del soldado conscripto de la 1° Brigada Acorazada Coraceros, quien a pesar de haber crecido en un hogar con padre y madre sordomudos, logró desarrollar tanto el lenguaje verbal como el de señas, cursar la educación media e inscribirse en el Servicio Militar.
Este joven santiaguino, aseguró que su infancia fue peculiar, por considerar que los primeros años de vida, solo aprendió la lengua de señas, al igual que sus padres, por lo que todos pensaron que también presentaba dificultad para hablar. "Para mi era normal expresarme por señas, y fue hasta después de que me ingresaron al jardín que se dieron cuenta de que sí podía hablar".
Neira, comentó que el apoyo de sus familiares fue básico para poder desarrollar su comunicación verbal. "Mis tías me ayudaban a aprender las palabras y, al principio, fue complicado porque no me sentía muy a gusto comunicándome de otra forma que no fuera por señas, pero poco a poco, hasta mis compañeros en la escuela me fueron apoyando".
Aunque el joven nos cuenta que era, quizás, el más reservado y callado del salón, no tardó mucho tiempo para que todos vieran su verdadera vocación al servicio del país. "Siempre soñé con estar en el servicio militar y apenas me llamaron para ingresar, no dudé ni un segundo en servir a la patria".
Luego de varios años, empieza a cumplir sus sueños, teniendo su primer desfile con el juramento de la bandera, al que le dedicó varias semanas de entrenamiento junto a sus otros 45 camaradas.
Primera visita
Por primera vez sus padres, Sergio Neira y Margot Oliva, visitaron la región ariqueña, a fin de ver por primera vez a su hijo desfilar al pie del histórico peñón, como parte del acto de juramento a la bandera del Ejército de Chile.
A través del lenguaje de señas, ambos santiaguinos expresaron el orgullo que sintieron por ver a su hijo llevar con honor el uniforme y la lealtad del Ejército. "Me gusto mucho el desfile y estoy muy orgulloso de mi hijo. Espero que siga su carrera militar y que cada día sea mejor", comentó Sergio Neira.
Su madre también se mostró satisfecha ante el futuro prometedor que dice esperarle a este soldado. "Mi papa estuvo en el servicio militar, y a Pablo siempre le gustó los juegos del Ejército así que ya sabía que terminaría gustándole este camino".
Carrera militar
Solo un par de meses lleva el soldado Neira en el servicio militar, tiempo que aseguró haber marcado su vida con un compromiso irrenunciable a su patria. "El crecer en un hogar con mis padres sordomudos, solo me ayudó a aprender más cosas y usarlo para mi desarrollo. Ahora solo espero poder ingresar a la escuela de oficiales", comentó el soldado.