El conjunto galo, uno de los llamados a ser protagonista en Rusia, recién ayer exhibió todo su potencial al imponerse 4-3 a la Argentina de un intrascendente Lionel Messi e instalarse en los cuartos de final del Mundial, donde enfrentará a otro equipo sudamericano: Uruguay.

Los charrúas deberán tener cuidado, ya que los equipos de este lado del continente parecen ser los rivales preferidos de los galos. Al igual que contra Perú por la fase de grupos, los dirigidos por Didier Deschamps dejaron venir a un inofensivo cuadro argentino y apostaron por el contragolpe.

Así, a los 13 minutos, una pelota recuperada por Kylian Mbappé en su propia cancha terminó con Marcos Rojo cometiendo un discutible penal que Antoine Griezmann, quien antes mandó un tiro libre al palo, transformó en el 1-0.

El gol no cambió en nada el libreto del partido. El equipo de Jorge Sampaoli tenía la pelota pero no lograba hacer daño. Messi algo pudo hacer por las bandas pero no tuvo influencia en el juego cuando se cargó por el medio, sector en el que se instaló la mayoría del tiempo.

Francia, por su parte, seguía haciendo mucho daño con sus ataques rápidos y directos, pero sin sentenciar.

Sin embargo, en una sorpresiva maniobra trasandina por la izquierda, la pelota le cayó a un solitario Ángel di María a 30 metros del arco. El hombre del Paris Saint-Germain, decidido, sacó un potente remate que se clavó en el ángulo superior izquierdo de Hugo Lloris, decretando el empate.

El moméntum de los de Sampaoli continuó empezando el segundo tiempo, cuando Gabriel Mercado desvió un tibio disparo de Messi y puso, casi sin querer, el 2-1 para Argentina, que se ilusionaba con repetir la campaña realizada en Brasil 2014, donde llegó a la final.

El anhelo, sin embargo, duró poco. Un golazo del lateral Benjamin Pavard a los 57' restableció la igualdad, y luego vino el show de Mbappé.

El delantero del PSG, de solo 19 años, anotó el 3-2 con un potente zurdazo tras enganchar a toda la