Transformó la madera de olivo en estilosos productos
Joven ariqueño publicita a través de internet diseños de carcazas, anteojos, audífonos y otros productos tallados de manera autodidacta.
Las hay de todo tipo. Artistas, dibujos animados, logos de equipos de fútbol, animales y otras que solo llevan el nombre de su dueño. En las redes sociales de Artesanías Kullu, las carcazas de madera hacen furor.
También hay audífonos tallados, marcos para anteojos, tótem para celulares y un intento fallido de lámpara que, como cuenta su creador, no prosperó, pues la luz terminaba calentando la materia prima.
Iván Contreras (31) es el hombre tras la marca. Chef de profesión, el tallado en madera se convirtió poco a poco en un pasatiempo que fue agarrando fuerza, al punto que actualmente comercializa sus estilosos productos por internet.
La madera de los tradicionales olivos de Azapa es usada como materia prima. Desde noviembre y después de publicar en Facebook unos audífonos que hizo, una mujer le pidió si podía confeccionarle un protector para el celular. De ahí, no paró más.
"Son tallados con una pequeña máquina manual. Después de este primer producto empecé a hacer más, a subir los trabajos por internet y redes sociales y así se empezaron a hacer más frecuentes los pedidos", reconoce.
Iván comentó que se inició en el tema del tallado de manera autodidacta, probando e intentando hasta que resultó. "Mi papá me ayudó al comienzo con las herramientas. Los troncos los busco en Azapa y una vez que los tengo, los cuadro para que sean más fáciles de manejar".
Como las carcazas son lo que más le piden, cuenta que lo más complejo es cortar el olivo para darle la forma al protector. "Hacer el dibujo es más sencillo, aunque la idea siempre es hacerlo despacio y con tiempo".
Para ello confiesa, puede demorarse entre dos y tres días dependiendo del diseño. En ese sentido, tiene clientes que le mandan algunos modelos y otros que prefieren que él los dibuje.
A canadá
El trabajo de las carcazas lo complementa con sus labores como garzón en un conocido salón de té de la ciudad. Comenta que gran parte de lo que gana lo ahorra, pues tiene pensado viajar a Canadá en abril.
Ya tuvo la experiencia de vivir un año en Alemania, un lugar muy distinto a su Arica natal. También pudo recorrer Europa, mientras se dedicaba en esas lejanas tierras a trabajar en un hotel haciendo aseo. El plan en Canadá sería similar: Trabajar y recorrer. "En una de esas me puedo quedar allá", comenta.
Iván reconoce que siempre fue bueno para hacer cosas prácticas más que para el estudio. En el Colegio Integrado, desde donde egresó, le iba bien en la asignatura Artes Visuales o antiguamente llamada Técnico Manual.
"Aparte de hacer esto, me gusta la fotografía, la edición de videos, la música y es lo que me ha servido para publicitarme bien con la artesanía", dice.
Y es que Kullu nace después de otro intento de emprendimiento: la creación de chocolates artesanales, específicamente, bombones rellenos de maracuyá, guayaba y otros frutos de la zona.
"Por algo no resultó, faltaba financiamiento y me di cuenta que el ámbito de la cocina no es muy bueno acá", sentenció.