El afamado autor de la trilogía La Historia Secreta de Chile, visitó la región invitado por la Municipalidad de Arica y además de realizar una charla abierta al público en el Poblado Artesanal, compartió con estudiantes del Liceo A-1, participó en el lanzamiento de un libro del profesor ariqueño Benjamín Guzmán y luego de recorrer la Biblioteca Municipal conversó con La Estrella de Arica, a la que habló sobre su relación con Arica, su opinión sobre la demanda marítima de Bolivia y lo tedioso que le ha resultado ser una figura pública en redes sociales.

- ¿Por qué crees que el género de la novela histórica ha crecido tanto?

- Creo que es una necesidad. En los últimos años ha salido de su pasividad la ciudadanía, porque siente que tiene la fuerza para cambiar cosas, mover reformas y manifestarse. Cuando un ente despierta lo primero que hace es preguntarse quién es. La idea de la identidad está muy caliente y la gente se ha ido interesando por la historia al punto de leer otros géneros. Esto no es mérito de libro la Historia Secreta de Chile, el libro es un síntoma.

- ¿Te ha interesado escribir alguna vez sobre la historia en el extremo norte de Chile?

- Nos han metido en la cabeza que Chile debiera ser una cultura, pero hay formas de cultura. Cuando uno recorre el país se da cuenta que las culturas locales son riquísimas, acá ustedes tienen cultura afro, andina, cultura histórica chilena, patrimonio arqueológico como no hay en ningún otro lugar, fiestas regionales ,religiosas y urbanas, pampinos, es un espesor cultural inmenso. Chile es un collar de perlas culturales-locales, la bandera, el himno y la selección son los hilos que las unen. El eje Tacna - Arica - Iquique, es tremendo para nuestra historia país y cultural. Lo que me gustaría, más que yo interesarme en la zona, es que la zona se interesara por su propios investigadores locales, ellos son la verdadera voz que debería ser escuchada.

Posición legalista

- ¿Qué te parece la demanda marítima de Bolivia?

- Esta zona pertenece a una gran zona cultural que no reconoce fronteras recientes. Hablamos de pueblos que han interactuado desde hace miles de años y de pronto hace 100 hay un acuerdo que pone líneas imaginarias, cortando algo que no está cortado. Primero, es una disputa en términos históricos muy reciente, que lamentablemente ha resentido las relaciones al interior de una misma nación, que es la andina, es una pena. La situación ha sido utilizada como herramienta política por los peruanos, bolivianos y los chilenos, arrastrando a la gente a tomar posturas beligerantes con hermanos quienes son víctimas de la misma explotación.

Respecto al caso mismo, como se trata de divisiones administrativas hay que remitirse a la legislación que la engloba y esa dice que esas fronteras son las que son y punto. La aspiración de Bolivia choca con intereses peruanos, porque Bolivia se transformaría en un muro de contención entre Chile y Perú. Si se llegara a dar un pedazo de costa a Bolivia, conectado por carretera por Atacama, estoy seguro que al día siguiente van a decir que su aspiración es la soberanía y van a cambiar el discurso. Mi posición personal es legalista, si el problema es económico y comercial, porque no se pueden desarrollar, se pueden reforzar los beneficios tributarios que ya tienen, o el transporte, carretera y trenes. No es fácil el tema, estoy seguro que si le das una franja de dos kilómetros, al día siguiente van a decir que quieren cuatro. El problema que tiene Bolivia es de estabilidad política interna y el tema del mar lo utilizan para cohesionar al país.

Incómodo con twitter

- Te has posicionado bastante en redes sociales, ¿Te sientes cómodo como figura pública opinando en twitter?

- Claro que no, soy una persona común y corriente, voy a comprar el pan y me retan porque no llego con la mantequilla. Además los escritores somos de mirarse el ombligo, no trabajamos con nadie más. Esta notoriedad que ha llegado es incómoda. La gente entra a Twitter a enojarse, quieren enojarse sin un objetivo definido, entran como quien va un gimnasio de boxeo y para ellos uno tiene cara de punching ball. Insultan, amenazan, es muy desgarrador, no me siento cómodo, pero lo sigo haciendo, porque creo que aún así es una posibilidad de acceder a muchas personas para instalar preguntas y reflexiones.

- Tomando en cuenta esta notoriedad, ¿ha pasado por tu cabeza alguna proyección en la política?

- No, me han preguntado e invitado, pero creo que cada uno tiene sus lugares. En mi caso yo sigo en contacto directo con los lectores, soy un escritor con dimensión política, no un político que escribe. Una de las cosas que tengo clara, que es super importante con el estado paupérrimo de la política, es mantener cierta independencia. Manteniendo independencia se mantiene legitimidad a los ojos del gran público, creo que eso hace que cualquier cosa que pueda decir llegue de mejor manera. Puede sonar hipócrita, y me podrán decir que no me quiero mojar o involucrar, pero yo me involucro directamente, por ejemplo hoy estuve conversando con estudiantes del Liceo A-1.

- A veces la gente confunde política con partidos políticos

- Por supuesto, hacer política es preocuparte por tu comunidad, por sus necesidades y actuar, la política tiene que ver con acción. Otra cosa es el proselitismo, yo no le digo a nadie cuál es la receta que tienen que aplicar para solucionar problemas, sí hago un llamado a reflexionar sobre ciertos aspectos que deben ser relevados. Participar en partidos políticos por la vía institucional no es mi pega, yo soy un escritor.

- ¿Cuál es tu relación con la ciudad, escuché que siempre venías?

- Un tío trabajaba en aduanas en Valparaíso y lo trasladaron en junio o julio del '73 a Arica. A todos a sus compañeros de trabajo en Valparaíso los mataron el 11, él se salvó, Arica era un lugar muy lejano, como no le importó mucho a nadie y se terminaron radicando acá. Ya viven en distintos lugares, pero son de la república de la Población Juan Noé. Visité muchas veces Arica cuando niño, cuando joven venía de vacaciones y me quedaba un buen rato, así que la relación con Arica es bien fuerte de mi parte.