Alas 08:15 del jueves y tras 25 horas de viaje desde El Líbano, con escala en Roma, llegó a Chile el avión que transportó a las 14 familias de refugiados sirios que buscaban en Chile una nueva vida, lejos de la guerra en su país.

En el aeropuerto de Pudahuel, la Presidenta Michelle Bachelet, en compañía del ministro del Interior, Mario Fernández, alcaldes y otras autoridades le dieron la bienvenida a las 66 personas (32 adultos y 34 niños) que se inscribieron en el Programa de Reasentamiento de Refugiados Sirios para instalarse en las comunas de Macul, en la Región Metropolitana) y Villa Alemana, Quinta Región.

"Nuestro deseo es que comiencen poco a poco a dejar atrás el miedo, el dolor y la incertidumbre", dijo Bachelet.

"No conocíamos el pueblo chileno (...) y estamos muy agradecidos del recibimiento", dijo una de las refugiadas sirias, con la ayuda de un intérprete.

Tras estas palabras, siete familias fueron trasladadas a la Quinta Región, mientras que las otras siete se instalaron en Macul.

En sus viviendas amobladas se les entregó una canasta básica con alimentos para una semana, además de jabón, shampoo y otro útiles de aseo.

"Tendrán actividades con las respectivas municipalidades y mañana (hoy) irán al Registro Civil a sacar carnet de identidad y otros documentos para establecerse en Chile", explicó Delfina Lawson, jefa nacional de Acnur Chile, dependiente de Naciones Unidas.

Dicha organización, aportó más de $500 millones para el Programa de Asentamiento, dinero que administra la Vicaría Social de Caritas y que, sumado a los $1.084 millones entregados por el Estado, cubrirán por dos años los gastos de vivienda.

El alcalde del Macul, Gonzalo Montoya, dijo que "la principal labor es incorporar a los refugiados en las redes de salud, de educación, a partir de marzo".

Mientras que José Sabat, edil de Villa Alemana, dijo que "nos preguntan en la calle: '¿Qué podemos hacer, en qué podemos servir?".