Pamela Serey

Un desastre. Chile perdió con Bolivia, una situación que no se vivía desde el 19 de julio del año 2.000.

Desde el inicio del primer tiempo fue un partido para el olvido. En 35 minutos lograron llegar dos veces al arco de Bolivia. Uno con un tiro de Arturo Vidal (10') que terminó en las manos del arquero Carlos Lampe y el segundo con un tiro libre que pateó Alexis Sánchez, pero que rebotó en la barrera. En realidad, ningún peligro real de gol. En cambio los locales, ahogaban a los nacionales con pases, centros y tiros al arco, que convertían en figura a Claudio Bravo. Los 3.640 metros sobre el nivel del mar hacían que la pelota corriera rápido y era un arma muy bien aprovechada por los pupilos de Mauricio Soria. Y cuando Chile quería aprovechar la velocidad del balón con pases profundos a Alexis Sánchez, el tocopillano estaba off side. Nada resultaba.

Pero hubo una jugada clara y también estuvo en los pies del Rey Arturo. Corría el minuto 40 y Mauricio Isla envió un centro desde la derecha a Vidal. El King estaba en una posición privilegiada frente al arco, pero la lanzó desviada por el costado del palo. Así, con el marcador en cero, se fueron al descanso.

Chile irreconocible

Una vez que se inició el complemento, la historia no fue muy distinta. Bolivia continuó llegando con más opciones que la Roja al arco de Claudio Bravo, mientras Chile sólo se dedicaba a defender, provocando tiros de esquina. Lampe casi no tenía trabajo. Es más, a los 57', Marcelo Díaz intentando defender, saltó y la pelota le dio en la mano. Penal para los locales.

Juan Carlos Arce se paró frente a Bravo, el arquero adivinó el lado, pero desde los 12 pasos Bolivia se puso en ventaja y de paso, hizo tambalear la opción de Chile de llegar al Mundial de Rusia.

Después de eso, los altiplánicos hicieron su juego. Escondían la pelota, los pasapelotas tardaban en entregarla y cualquier golpe era una oportunidad para hacer tiempo.

Pablo Hernández estaba cansado, pero Juan Antonio Pizzi prefirió sacar a Marcelo Díaz e hizo ingresar a Jorge Valdivia. También cambió a Eduardo Vargas por Esteban Paredes y su última modificación era impensada: Arturo Vidal dejó el campo y en su reemplazo entró Leonardo Valencia. El King sólo había sido sustituido por molestias físicas, pero ayer el DT de Chile consideró que no estaba para terminar jugando.

La pelota tenía su propio partido. Los chilenos nunca lograron adaptarse a lo liviano de sus 450 gramos de peso. Es una de las más livianas del mercado y por norma FIFA, los bolivianos entregaron de estos balones para que la Roja entrenara en Calama. Pero no fue suficiente y Chile perdió.

Las lágrimas de Arturo Vidal al término del partido reflejan la situación en la que está esta generación dorada. Ahora, Chile debe enfrentar a Ecuador y Brasil y para el primer encuentro no contará con Alexis Sánchez, pues recibió amarilla por reclamar, al final de encuentro.

Ahora, el elenco de Pizzi está prácticamente en la obligación de sumar de a tres en octubre ante Ecuador y Brasil, en las últimas dos jornadas, para soñar con la tercera clasificación consecutiva a una Copa del Mundo. Una tarea que se ve complicada después de la suma de resultados en esta fecha clasificatoria.