Hace unos meses, una declaración suya ante la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados acerca de las depenalización del autocultivo de la marihuana, hizo que la Fundación Daya (la misma que persigue el uso de terapias alternativas para aliviar el sufrimiento humano) le hiciera un reconocimiento público.

Lamberto Cisternas Rocha, ministro de la Corte Suprema y vocero (s) de la misma, vino a Arica a participar en el Seminario "Aspectos legales en relación a la discapacidad en Chile y en el derecho internacional. Análisis, observaciones y críticas", organizado por la UTA y el Senadis y de paso marcar su posición en temas de actualidad ligados al Poder Judicial, institución a la cual pertenece desde 1983, donde además fue secretario del 2do. Juzgado de San Bernardo, relator de la Corte de Apelaciones de Santiago y de la Suprema.

- ¿Cómo le cayó este reconocimiento de la Fundación Daya?

- Es que concordamos en varios puntos. Mi posición va más en profundidad en que si despenaliza o no la cannabis. Y lo veo cuando me encuentro que en la Corte estamos llenos de solicitudes de nulidad de procesos por tráfico de pequeñas cantidades, donde, por ejemplo, hay investigaciones y juicios donde hubo que interrogar a testigos por... 1,8 gramos, o sea cinco plantas, lo que es lamentable.

- Pero la Ley 20.000 lo estipula de otra forma. ¿Cree usted que deberían haber otros parámetros en ese caso?

- Por supuesto. Fijarlos y que sean claros: número de plantas para el caso de los cultivos o cantidad que pueda tenerse, transportarse o destinarse al consumo personal. Yo aclaré en la Comisión que aún existe una mirada moralista, que debe cambiarse. Por lo menos a mí no me asustaría que modificaran la Ley de Drogas.

- Hace poco se entabló un diálogo entre la Suprema con el Congreso por la libertad condicional de reos. Usted valoró que los internos de Punta Peuco pidieran perdón.

- Lo de la libertad condicional es lo que cada interno puede acceder con todos sus derechos y en igualdad de condiciones. Ahora valoro mucho la decisión de algunos reclusos de Punta Peuco, porque en definitiva, el perdón es un acto positivo, más allá de si es sincero o no. Ahora no creo que pedir perdón sea una condicionante para una causa legislativa, pero ayudaría mucho a la mirada hacia estas personas por parte de la opinión pública.

- La agresión a un fiscal en Collipulli.

- Lamentable, desastroso. Veía las imágenes y en realidad son situaciones que en el siglo en que vivimos no pueden pasar

- ¿Cree usted que debiesen tener más protección policial en casos complejos?

- ¿Las 24 horas? Imposible, sería un enorme gasto de recursos humanos y económicos. Los tribunales son custodiados por Gendarmería, pero de ahí para afuera, me parece ilógico que las policías hicieran de guardaespaldas.