Joven baleado en taller: el jeep sin patente y un medallón de sangre
Ayer fue formalizado el principal sospechoso del balazo que recibió en la cadera un hombre en Azolas.
Noventas días es el plazo de investigación que entregó el tribunal para seguir con la línea indagatoria que hoy por hoy tiene a un mecánico de 30 años recluido en la Cárcel de Acha, luego de ser formalizado por tres delitos la tarde de ayer, en el Juzgado de Garantía.
Según la Fiscalía, hace un par de semanas, un joven de 38 llegó hasta un taller mecánico de Avenida Azolas para cobrar cierta cantidad de dinero, enviado por su jefe, el dueño de una importadora de vehículos.
Tras supuestamente recibir el pago, se le acercaron tres personas, de las cuales una de ellas le disparó a la altura de la cadera y arrancó al lugar.
Lo que nunca sospechó, es que en el vehículo que huyó, un Jeep Patriot, quedaron restos de sangre que pertenecerían a la víctima y parte de un proyectil balístico 9 milímetros, que serían el mismo calibre con que le dispararon al mecánico.
Todo esto sirvió de material para que la Fiscalía investigara el caso, como también para que el Labocar recogiera evidencias, y que la SIP de la Tercera Comisaría indagara en que el 4x4 sin patente era utilizado por el imputado, a préstamo de su jefe, por lo que la misma policía civil logró la detención del único sospechoso.
Ayer, el fiscal Patricio Espinoza solicitó la prisión preventiva para Alberto Javier Álvarez Buitre por los delitos de robo con violencia (ese fue el móvil que consideró el tribunal por lo que la víctima fue baleada), porte de arma de fuego y porte de municiones, la que fue acogida por la magistrado de turno.