Todos los días, sagradamente, en dos de los tres recreos que tiene el Liceo Agrícola José Abelardo Núñez, un improvisado bazar se instala en el patio del establecimiento azapeño.
Los alumnos de octavo básico acomodan mesas y sobre ellas, toda clase de útiles escolares, los que serán comercializados entre sus compañeros para juntar dinero y poder realizar un paseo o gira de estudios a fin de año.
El proyecto de negocio forma parte de la cooperativa escolar, que Fundación Coopeuch ayudó a formar con un capital de 150 mil pesos. Con este dinero, los alumnos compraron la mercadería que hoy comercializan.
"La cooperativa escolar se inició con poquitas cosas y a la fecha hemos logrado aumentar nuestro capital a 380 mil pesos. Los niños son los que venden, manejan qué hay que comprar de acuerdo a los gustos de sus compañeros de liceo y así nos vamos surtiendo", explicó Zaida Maturana, profesora jefe del octavo básico.
Tania Arellano y Yulisa Ramírez son dos de las alumnas que participan como 'vendedoras' de los útiles escolares.
"Como curso nos organizamos y vendemos, pero también compartimos con nuestros compañeros y los profesores también nos compran. Vendemos de todo, pero lo que más nos piden son los stickers de Princesas o de Bob Esponja", contaron.
La iniciativa de Fundación Coopeuch busca fomentar el trabajo en equipo, en este caso, de los alumnos que persiguen un bien común: Conseguir las "lucas" para un inolvidable fin de año.