Productores locales van tras el escudo protector de la denominación de origen
Aunque no lo crea, comercializar aceitunas de Azapa cosechadas en la Quinta Región o vender una copa de champán que no sea de Francia puede significar una multa de más de 40 millones de pesos.
Desde que la mayoría de nosotros pasó por el colegio, comenzó a adquirir conciencia de que copiarle al compañero es una conducta poco ética y punible.
El concepto de plagio también se hizo conocido a nivel general con casos que han afectado a la industria editorial y de la música y el mismo apelativo de "pirata" con que se califica a los libros o discos con música o imágenes copiadas sin permiso de sus autores, sugiere que algo poco ajustado a derecho ocurre con ellos.
Sin embargo, no sólo esas obras de arte y la propiedad intelectual están protegidos por las leyes. También hay productos biológicos gozan de la cobertura del derecho, cautelando a sus productores del aprovechamiento que imitadores pudieran hacer de su fama o reputación.
Por ello, los productos con Denominación de Origen Controlada (DO) pueden ser un arma de doble filo, ya que las frases "te invito una copa de Champagne", "deme un pisco sour a la peruana" o "póngame más aceituna azapeña del sur" ya no debiesen existir en Chile.
Si bien en países como Francia, Italia y España, para resguardar sus enormes producciones, los gobiernos crearon la Denominación de Origen Controlada o Denominación de Origen Protegida, en Chile los casos más comunes son los de Denominación de Origen (DO) o Indicaciones Geográficas (IG), donde esta última tuvo su primer hito en abril de 2010, al reconocer al Limón de Pica como tal, hecho aprobado por el Instituto Nacional de Propiedad Industrial (Inapi), que es el organismo que autoriza el registro.
¿Pero qué diferencia hay entre la Denominación de Origen y la Indicación Geográfica?
Para Franz Castro, seremi de Economía, Fomento y Turismo, la diferencia se simplifica al determinar que el segundo término hace referencia a productos que tienen un origen geográfico concreto y poseen cualidades o una reputación derivadas específicamente de su lugar de origen.
"Por lo general, una indicación geográfica consiste en el nombre del lugar de origen de los productos. Estamos hablando de la aceituna 'de Azapa', del maíz 'lluteño', del orégano 'de la precordillera de Putre' y así varios", comenta.
El oro negro y el verde
En la región, son tres productos los únicos que mantienen la indicación de origen en la zona: la aceituna de Azapa, el orégano de la precordillera de Putre y el maíz (o choclo) lluteño.
En cuanto a los dos primeros, fue la propia Presidenta Michelle Bachelet y el director nacional del Inapi, Maximiliano Santa Cruz, quienes en julio del año pasado llegaron hasta la región para entregarle a la aceituna y al orégano de esta zona sus respectivos sellos de origen.
Así, los productos de los olivos procedentes del Valle de Azapa podrán evitar que las aceitunas procedentes de otras zonas y países se aprovechen del posicionamiento y buena reputación alcanzada por este emblemático producto, que se caracteriza porque tanto su piel, como su pulpa son muy finas y su color varía, desde el verde amarillento al vino tinto. Además, posee una forma elíptica, y que es más grande que otras aceitunas.
En tanto, la protección del en su momento denominado como "Oro Verde" de la región, logrará no ser confundido con especies similares de otras zonas que carecen de ese aroma y color intenso, tan distintivo.
Este particular orégano es producto del manejo realizado por sus productores y de la influencia del clima desértico en las montañas y del denominando invierno boliviano en verano, resultando ser un producto excepcional, que es cultivado principalmente por las comunidades originarias de Socoroma, Putre, Chapiquiña, Belén; Lupica, Saxamar, Murmuntani y Ticnamar.
El choclo, el pionero
Pero antes de la aceituna y el orégano, hubo un dulce producto amigo de las cazuelas, las humitas y cuanto acompañamiento sirva para fiestas grandes, que se transformó en pionero en obtener la Indicación Geográfica: el choclo o maíz lluteño.
El 22 de junio de 2015, el producto de zona rural se transformó en el número 15 en obtener esta acreditación, pero el primero en la región.
El cereal fue acreditado gracias a los mecanismos de adaptación fisiológica que le permiten producir o sintetizar sustancias biológicas importantes y en altos niveles, derivado de que se cultive en una de la zonas climáticas de mayor aridez del planeta, por lo que son capaces de tolerar el exceso de boro o salinidad.
"Sin duda que fue un beneficio a todos los productores de ese valle, que cumplieron con los estándares contenidos en el Reglamento de Uso y Control, de forma de garantizar que el maíz se ajuste a la descripción y características reconocidas en Chile", explicó el entonces director regional de Corfo, Osvaldo Abdala.
Qué se gana con ser i.g.
Es el propio seremi de Economía, Franz Castro, quien explica el plus que tiene un producto con indicación geográfica, tras su certificación.
"Claro que se gana mucho. Al momento de dar a conocer las características de un producto único, exclusivo, claramente le sube la plusvalía a la hora de ser comercializado", cuenta.
"Hay países que buscan productos o alimentos únicos, logrando que estos se inserten en el recetario gourmet. Ahora hay una tarea pendiente, que es difundir sus características, cosa que mercados gigantes, como Asia, Europa y América del Norte los conozcan y sepan si cumplen las expectativas", remata.
El tumbo y el tomate, a la espera
Si bien son tres los productos con identidad propia en Arica y Parinacota, hay dos que asoman como postulantes: el tumbo nortino y el tomate de Lluta o también denominado "Poncho Negro".
Ambos ya estarían en medio de estudios avanzados entre la Universidad de Tarapacá y otras instituciones para ser postulados con indicación geográfica, por lo que no estaría muy lejos adelantar que completarías la lista de los cinco con sello de origen.