En plena hora de almuerzo Uber comenzó a funcionar en Arica
Solicitamos el servicio y vimos cómo fue el primer día de la aplicación en las calles nortinas.
Alas 13:45 horas de ayer y mientras la mayoría de los ariqueños almorzaba, comenzó a funcionar el servicio de Uber. Con valores competitivos respecto de un radiotaxi y con aún pocos vehículos a disposición durante las primeras horas de la tarde, la empresa pretende poco a poco, posicionarse en la ciudad.
Jairo es estudiante universitario. Decidió ingresar a Uber para tener un ingreso extra que le permita sobrellevar sus gastos de estudio. Le acomoda manejar sus horarios y trabajar después de clases.
A eso de las 17 horas, Jairo hacía su segunda carrera. Solo una hora antes tomó su Suzuki Swift y recibió la primera notificación. En su celular figura el nombre del cliente, el tramo que debe recorrer y el modo de pago seleccionado.
"Cuando la opción es cancelar con tarjeta, un 25% queda para la empresa. Si se cancela en efectivo, en cambio, toda la ganancia es nuestra", explicó.
Respecto al vehículo, cuando un cliente toma este servicio, lo hace sabiendo que se trata de autos que no están pintados de techos amarillos.
Uber funciona con autos particulares, donde el conductor no tiene una licencia especial de transporte público, pero sí cumple con las exigencias de esta empresa de fama mundial.
"El trabajo tiene sus riesgos sobre todo si hay fiscalización. Pero qué le vamos a hacer si trabajar es necesario", asume el joven.
La mano femenina
Ximena cuenta que era colectivera y decidió unirse a Uber para administrar mejor su tiempo y trabajar su vehículo propio. Tiene licencia profesional, pero la opción que le dio la aplicación le es mucho más conveniente.
Cumplió con el proceso de inscripción, entregó sus antecedentes y quedó a la espera con la aplicación activada, hasta que esta semana le avisaron que comenzaba su nueva "pega".
Su primer viaje lo realizó desde el sector del nudo Tucapel hasta el centro. La carrera costó poco más de mil 400 pesos.
El trato fue cordial y la conducción cuidadosa. Se estaba ante una profesional del volante que conducía como tal.
Seis minutos de viaje y conversación amena, para llegar al centro. No hubo intercambio de dinero. Sólo las notificaciones que van y vienen.