Aver, para empezar la nota, expliquemos que el nape es un crustáceo de 10 a 15 centímetros que habita en el litoral, se alimenta de microorganismos de la arena y que por lo blando de su contextura, es ultra utilizado por años como carnada en la costa ariqueña.

Desde hace 30 años, la señora Ruth y su esposo comercializan estos ejemplares frente a una de las entradas a los estacionamientos de Playa Las Machas, tal como varios quienes viven en ese borde costero.

Pero hace un par de meses, y entre el ingenio para subir las ventas y la creatividad de su amigo Carlos Rosende (el mismo del video del destapador humano o que todos los días llevaba a pasear a la cerda Petunia a la playa), se les ocurrió dar forma a un personaje que promocionara el crustáceo a la entrada del sector donde vive. Ahí nació El Napero.

"(Carlos) buscó ropa vieja, pintó una cara, armó un tremendo nape de aislapol, lo pintó y le dio forma a este hombre. Mire, no sé si las ventas han subido, pero quedó re bien el mono", cuenta Ruth.

"A veces nos va mejor con la venta de leña, que es sólo en verano, por un asunto de necesidad".

- O sea ¿les va mejor con la leña o con el nape?

- La leña la vendemos en verano, el nape todo el año. Por tradición, siempre hemos vendido nape, porque los pescadores lo compran harto, pero igual la pega es esforzada. Por ejemplo en este rato, que son las 11 de la mañana, mi esposo está en el agua intentando sacar.

- Consulta: ¿el nape sólo sirve de carnada?

- Yo he tomado hasta sopa de nape. No tiene colesterol y hasta rica la encuentro.

- Esa nunca la había escuchado. Oiga, volviendo al muñeco Napero, ¿el creador es el mismo de la cerda Petunia? ¿La que se bañaba en la playa?

- Claro, de hecho la tengo allá al fondo, con sus cuatro crías que le quedan.

- El rumor decía que se había ido en un asado para el 18.

- Nooo, está vivita y coleando allá en su corral. De hecho parió ocho crías hace poco, pero por su gordura, aplastó a cuatro de ellos y los mató.

- Curiosidad: nunca supe por qué le pusieron Petunia.

- Yo le puse Petunia, por una cerdita que aparecía en los personajes de las revistas que yo leía... buuu, hace tiempo, en la época en que sin internet ni celular, divertirse era jugar al aire libre o leer una revista. Tan simple como eso.