Maestro del charango Freddy Torrealba inició su clínica gratuita
Músicos y curiosos de todas las edades conocieron al simpático charanguista quien se presenta este viernes en el Teatro Municipal.
Con poco público, pero con una cercanía y calidez propia, Freddy Torrealba comenzó ayer la clínica de charango gratuita en el auditorio de la Biblioteca Municipal.
Oportunidad
Freddy es uno de los charanguistas más destacados del país y los jóvenes que asistieron a la actividad siguen su carrera musical desde hace tiempo.
Elías Canaza, músico del grupo Inti Thaqui, manifestó que hace años conoce el talento de Freddy, "es una influencia para los músicos que les gusta el charango, es un maestro. Espero aprender el conocimiento que traerá".
Máximo Flores, vive en Iquique y por su trabajo como cocinero viajó a la ciudad y se enteró de la clínica de charango. Al saber que el profesor sería Freddy Torrealba, prolongó su estadía hasta el viernes.
"Me encontré con la sorpresa, iba a regresar el lunes, pero vi la información del Facebook de la Municipalidad. Es uno de los grandes charanguistas de Chile y reconocido mundialmente; en cualquier parte donde uno va con el charango se puede reconocer su nombre. Es algo soñado".
El joven toca varios instrumentos relacionados a la percusión afro y también cuerdas. Actualmente participa en la Chimba de Iquique, que es una filial de Arica Negro.
"Tiempo y maña"
Para Freddy en estas instancias se ve que lo que hizo a "porfía" durante muchos años, empieza a dar frutos.
"Hace años uno decía que era músico y volvían a preguntar en qué trabajaba, no se daban cuenta que la música es un elemento que se consume en gran cantidad y cualquiera la puede hacer, no hay varita mágica. Cuando uno está enamorado de lo que hace, irradia energía positiva, en la cual los demás quieren jugar a eso. Tocar instrumentos es tan saludable que quienes lo hacemos hace años vamos haciendo la invitación".
Respecto a las clases dijo que cualquiera puede tocar, "sólo necesita el tiempo y la maña. Mi papá era de San Fernando, tocaba la guitarra y decía que 'si un weón lo hace, cualquiera lo puede hacer'. Es como enseñar a nadar o andar en bicicleta, además la música no tiene edad".
Sonido v/s vida
Respecto a la fabricación de charangos de quirquincho, el músico comentó que alguna vez tocó uno de este material y tenía un sonido envolvente, pero prefiere mil veces el de madera por la vida del animal.
"El charango original es de madera, el charanguero tenía que tallar y vaciar la madera. Luego de construirlo, lo afinaba, hacía una canción y la llevaba donde los ancianos, quienes aprobaban o desaprobaban, porque se hacía cuando el charanguista quería casarse. Da la impresión que un día, un joven no alcanzó a hacer su charango y pescó un quirquincho vacío y se ahorró dos días de trabajo. Un gringo lo vio y se lo compró a muy buen precio. Como al quirquincho se lo comen andaban muchas caparazones vacías y se comenzó a producir de forma masiva, hasta que el animal quedó en peligro de extinción y eso se suprimió".