La tecnología de punta que se abre camino en el desierto
Agricultor de Azapa se vio obligado a usar energía fotovoltaica. Hoy en el kilómetro 24 está cosechando pimientos gracias a la implementación de dos equipos.
Con 66 años a cuesta, los cuales ha dedicado de lleno a la agricultura, buscando siempre la mejor forma de trabajar la tierra para tener óptimos resultados.
Así es la vida del pequeño agricultor azapeño Guillermo Blanco Mamani, quien hoy está implementando tecnología de punta en su predio del sector de Cabuza.
"Siempre me ha gustado indagar y buscar nuevas alternativas para tener mejores producciones en mis cultivos, así que agradezco que existan estos instrumentos públicos para ejecutar nuestros proyectos", subrayó quien hoy forma parte de la Asociación Indígena de Pequeños y Medianos Agricultores "Los Lagos", donde cultiva pimiento morrón en un invernadero plástico de media hectárea y cuya producción la comercializa en el Terminal Agropecuario de Arica.
4 HECTÁREAS
Guillermo Blanco pertenece a una reconocida familia agrícola de Azapa, por lo que la tradición la sigue desarrollando gracias a que la Asociación Indígena de Pequeños y Medianos Agricultores "Los Lagos" le otorgó hace 3 años 4 hectáreas para el cultivo en el kilómetro 24 de Azapa, y donde con el subsidio del Programa de Apoyo a la Inversión Productiva para la Reactivación (IPRO) 2016 de Corfo está implementando dos sistemas individuales de energía fotovoltaica: uno para bombeo solar para riego con fertilización; y otro con inversor y baterías para el suministro eléctrico de la bodega/packing e iluminación exterior.
"Vi la opción de poner estos paneles solares, que permitirán dotar de electricidad el predio para desarrollar las labores del riego tecnificado de los cultivos actuales y futuros, porque espero cultivar en las 4 hectáreas asignadas, por eso es que estamos preparando la tierra. Además de alumbrar bodegas, pequeño packing y viviendas, lo que significará un importante ahorro económico y a la vez mejorar nuestra producción", comentó con orgullo.
Sin embargo, los avances que ha desarrollado en su terreno no son mera casualidad, como él mismo lo explicó.
"Gracias al apoyo de Corfo he logrado todo esto", señaló al contar que a fines del 2015 se integró como parte de los 22 beneficiarios del Nodo de Competitividad Agrícola "Cabuza", "lo que me permitió capacitarme en temas que han ayudado a mejorar nuestras prácticas, ya sea en el manejo de residuos o fertilizantes, como también conocer que existen recursos del Estado que uno puede aprovechar para mejorar".
Mientras que el año pasado formó parte de una gira tecnológica, que a través del Programa de Prospección Tecnológica (PDT), lo llevó rumbo a Israel junto a otros seis agricultores azapeños, "allí es donde conocí nuevas tecnologías que estoy replicando hoy en mi predio, que tiene como principal problema la lejanía con la ciudad, la falta de agua, estar sin electricidad y los altos costos de traslado de insumos", expresó quien continuará aprendiendo y capacitándose para ser mejor y hacer grande el Valle de Azapa.