Como un hombre que se mantuvo activo hasta el último día de su vida, sencillo, visionario y con muchos proyectos, fue recordado Antonio Quiguaillo, el hombre que fundó la empresa Lácteos Lauca.
Nació en Putre, fue carabinero durante 20 años en Santiago, luego dejó esta institución para dedicarse a lo que era su gran sueño: formar su propia lechería.
Tuvo dos hijas junto a su esposa Lidia Cáceres, Iris y Ana Quiguaillo.
A comienzos de los `70 fue la Junta de Adelanto la que lo impulsó a crear su incipiente negocio, que en se tiempo era una cooperativa. Se producían alrededor de 150 litros de leche diarios, se cultivaban hortalizas y se criaban vacas.
Fue en Molino, lugar donde está la lechería de Quesos Lauca, donde el padre Amador Soto lo conoció.
"Trabajé muchos años en esa misión y él con su esposa, la señora Lidia, me dieron alojamiento y comida. Cuando cumplí 25 años de sacerdocio, Antonio me regaló una tremenda vaca de la cual comieron 800 personas. En ese tiempo yo estaba en Codpa, pero siempre mantuvimos nuestra amistad".
Agrega que don Antonio fue "un hombre con mucho futuro, muy católico, era un gran emprendedor y siempre miraba al futuro".
Su yerno, Nelson Díaz, comentó que su legado no es solamente para su familia, sino que para toda la región. "El nació en Putre y siempre se dedicó a actividades ganaderas, fue benefactor de esta parroquia, la Sagrado Corazón. Era muy cercano a la Iglesia",
Sobre el futuro de Lácteos Lauca, su yerno aseguró que serán ellos quienes seguirán con su legado.
"Somos una empresa ariqueña, la única lechería del norte. Mi suegro fue un hombre muy independiente que nos deja una meta muy alta. Falleció en la casa, había quedado viudo hace años y nunca rehizo su vida en pareja", contó.
MILKHOUSE: SU SUEÑO CUMPLIDO
La creación de la cafetería y heladería Milkhouse, ubicada en Caupolicán, fue uno de sus más grandes sueños que pudo ver realizados. Él mismo buscó durante largo tiempo el lugar para instalarlo y se preocupó de todos los detalles.