Los ayudantes del Viejo Pascuero que pasan el día envolviendo regalos
En su mayoría jóvenes, los empaquetadores de regalos se tomaron el centro. Muchos aprovechan lo ganado para sus gastos personales o para apoyar a sus familias en estas fiestas de fin de año.
Están para facilitar la agitada tarea de envolver regalos, dejándolos con un sello distinto y bien presentados, de manera que desde el papel se note que hubo dedicación y cariño.
Los empaquetadores han ido aumentando con el paso de los años. Anteriormente, unos pocos ambulantes se dedicaban a esta labor. Hoy los vemos en las ferias, en el Paseo 21 de Mayo, a las salidas de los supermercados o afuera del retail.
Pero ¿qué mueve a decenas de jóvenes, sobre todo, a dedicarse a este trabajo? ¿Es realmente rentable? ¿Cuáles son los costos de trabajar en la calle, a pleno sol, frente a compradores ansiosos por una atención rápida?
Típico: a última hora
Carlos Jiménez (20) es estudiante de administración de empresas. Es el tercer año que decide instalarse en la Feria del Juguete y aunque está desde que se habilitó la temporada, solo en estos últimos días han repuntado sus ventas.
"La gente empieza a llegar en los últimos días. Pasa siempre que llegan a última hora con las compras".
Dice que a veces pide ayuda a amigos o familiares para que lo apoyen en el pequeño puesto que habilitó con una mesa y sillas de esas típicas de camping, las plegables y un quitasol para protegerse del inclemente sol nortino.
"El movimiento fuerte se da en las tardes. Pasadas las cinco o las seis. De ahí no paramos hasta las doce de la noche. Entonces tengo que pedir refuerzos, porque solo no doy abasto", confiesa.
Carlos se considera hábil con las manos. De hecho, recalca que sus envoltorios son casi una obra de arte. "En octubre compro los papeles, las cintas, las tarjetas. De ahí, ensayo. Armo bolsitas, sobres. Al principio me quedaban súper feas la verdad jajaja".
Ahora, ha ido perfeccionando la técnica, agregándole dobleces o creando nuevas opciones como los envoltorios de papel café. "La gente empieza a buscar cosas distintas y uno también tiene que ir variando, para que existan productos distintos", comentó. Julia y Samuel son una pareja que llegó hasta el puesto de Carlos. En total, llevaron ocho artículos para que el empaquetador los pusiera en unas bolsitas coloridas de papel. Escogieron las clásicas con el diseño del Pascuero y otras con las princesas de Frozen para las sobrinas.
"Uno podría envolver los regalos en casa pero quita mucho tiempo. Prefiero llegar con todo listo, cosa de dejarlos altiro bajo el árbol para la Navidad. No me complico", reconoció Samuel.
Entre paquete y paquete, Carlos hace un alto y toma agua. "Está caluroso ¿no? pregunta a sus clientes, mientras le encarga a una de sus vecinas que le compre una ensalada de frutas para el almuerzo.
Para la familia
Karina (19) se instaló afuera de un negocio en el Paseo 21 de Mayo. Trabaja desde las 11 de la mañana a las 10 de la noche, de corrido. Confiesa que la plata que junte con esta pega navideña la destinará para comprar regalos a su familia.
"Si el día está bueno, puedo ganar entre 15 y 25 mil pesos. Es sacrificado porque estás todo el día en esto y seguro hoy será caótico y atenderemos hasta tarde... pero hay que aprovechar, la platita se necesita", sentenció.