A los Angelitos en la Tierra la Navidad les llegó rodando
Agrupación formó caravana para llevar alegría y regalos a niños postrados o con capacidades distintas, visitándolos en sus propias casas.
La tierna sonrisa de Hemely es el mejor regalo de Navidad para Carolina y Alicia Espinoza. Para Hemely, en tanto, ver llegar al Viejito Pascuero en moto hasta su casa, vale más que cualquier presente que le puedan entregar.
Las hermanas Espinoza, de 35 y 40 años respectivamente, tuvieron un angelito en la tierra. Eduardo tenía parálisis cerebral- como Hemily- y fue el motor para que Carolina y Alicia pensaran en regalar una Navidad distinta a niños que no pueden celebrar como todos.
Juntas decidieron crear una caravana que visitara a pequeños con capacidades distintas, autistas, con síndrome de Down o postrados. La idea es llevarles un regalito sencillo, pero más que eso, la alegría, la ilusión y la magia de compartir con monitos como Pepa Pig, Minnie, Mickey Mouse y por supuesto, los infaltables duendes, renos y Viejito Pascuero.
Así, decenas de personas en sus autos y motos se movilizan por el solo hecho de entregar cariño a 42 niños. Y las familias de ellos lo agradecen, pues es una bonita manera de que se sientan parte de estas fiestas.
El legado de eduardo
"Nuestro hermano ya no está con nosotras. Él tenía parálisis cerebral y para las fiestas no podía disfrutar, porque si salía a la calle cualquier cosa le podía hacer mal y enfermarlo más. Entonces, se perdía fechas importantes por estar encerrado", comentó Carolina.
Pensando en niños que, como Eduardo, no celebraban las fiestas por diversos motivos, decidieron crear "Angelitos en la Tierra", la agrupación que visita a los chicos no solo en Navidad, sino también, en Pascua de Resurrección y para el Día del Niño.
"Comenzamos hace cinco años visitando 22 niños. Hoy tenemos 42. No pedimos requisitos para formar parte de esto, en realidad hemos ido sumando, porque se ha pasado la voz. Incluso, hemos visitado a adultos postrados y abuelitos".
Este año, por ejemplo, visitaron a Patricio Muñoz, un hombre de 50 años que se hizo conocido por sobrevivir a ocho infartos cerebrales y por necesitar de un catre clínico- historia que apareció publicada en este diario-. El Pato disfrutó como un niño la visita de la caravana.
"Hay un montón de gente apoyando esta iniciativa. Están nuestros amigos, los 'amigos de los amigos', los vecinos... Preguntan cómo ayudar y nosotras no pedimos dinero, porque no queremos manchar esta obra. Solo buscamos regalos para los niños que son básicamente pañales, leche o útiles de aseo. Algo para ayudar a sus familias", detalló Carolina.
Aparte de estas anónimas almas caritativas, en el último tiempo han logrado el apoyo de empresas como Cordenor o el Terminal Puerto Arica.
"La idea es crear conciencia y dejar la enseñanza de que con poquito se puede hacer tan feliz a un niño. Solo se necesita tiempo, cariño y dedicación".
La agrupación de motoqueros Amisma, tampoco quiso estar ausente este año y diseñaron un moderno trineo sobre una motocicleta.
"Cuando vez a un niño feliz ya te das por pagada. Los papás también quedan muy felices y agradecidos con la visita y los regalos, entonces te das cuenta que nada más importa".