Viajo a Tacna, desde los 60, cuando no existían líneas de taxis ni buses interciudades. Arica en su esplendor, con su Puerto Libre, la Junta de Adelanto y el barrio industrial, él éxtasis laboral y económico de la ciudad. Tacna era un villorio, lento, muy agrícola. Y se sucedieron tantos hechos, que los ariqueños observamos casi asombrados. Arica, se estancó y Tacna, crece y se desarrolla. No sólo por el canón minero, sino porque sus autoridades, están trabajando profesionalmente y los privados, aportan con sus inversiones, que la hace cada día más atractiva.
Si, el flujo de ariqueños a la vecina ciudad, es diario y permanente y se suman turistas de otras ciudades del norte, no es casual. ¿Tenemos que pensar, que eso es malo? ¿Qué Tacna no es tanto, que existen tales problemas? ¿Tenemos, en la frustración de algunos, el tratar de rechazar los viajes? Gran error, tenemos que evaluar las causas, hacer diagnósticos y ello nos habla de una ciudad vecina, que trabaja la calidad de atención y todo lo inherente. Sus construcciones, son cada día mejores y funcionales. Reitero, en apoyo a esta estrategia comercial el Perú, creó la ley del turista, para proteger y no espantar el turismo. Indecopi, ha creado lazos de trabajo con Sernac, para que los consumidores chilenos - peruanos, canalicen sus reclamos.
En Arica, los entes públicos y privados, reconocen que no han sido capaces de elaborar una estrategia de turismo. A esta altura de la vida. Nuestra calidad de atención, en Arica es de regular a menor. Eso se llama autocrítica, si no la asumimos, seguiremos rumiando frustraciones, mientras los vecinos siguen trabajando sistemáticamente a corto, mediano y largo plazo. Y aumenta la brecha.
Esto, es tarea de todos. De cada ciudadano, amabilidad, cortesía, acogedores con los visitantes. Si no entendemos esto, no habremos superado en la comprensión, que en el todo un turista evalúa, desde su llegada y cada paso, que da por la ciudad que visita. Y no olvida.
El otro camino paralelo, es finalmente establecer caminos de integración, para complementar el flujo de turistas interciudades, de manera que la balanza sea lo más equilibrada, dentro de lo posible y para eso, debemos potenciar cada lugar que tenemos o crearlos, inventarlos y tenemos potenciales. Museo Chinchorro, la ex isla Alacrán, Museo del Morro, Las cuevas de Anzota, playa Chinchorro, señalética amable- que en general no existe. Es cosa de recorrer la ruta Chungará - Arica, ni siquiera un llamado a la prudencia en el conducir, en una ruta peligrosa - cuidar vidas. La CH 11. Amerita la presencia de carabineros en casetas en la ruta. La rotonda de Lluta, paso de intersección de dos países, es impresentable. Adornada, con conchuelas, que la entristecen. Concejales, que vayan a terreno, alcaldes en terreno, trabajo de integración sólida no se vé, cámara de turismo, municipio y estamos en un lugar privilegiado, para desarrollarlo.
Décadas atrás, asistía a una charla de un experto europeo de las Naciones Unidas. Nos trataba de hacer entender. Su mercado, no son los europeos. Son sus vecinos. Uds. Tienen playas hermosas. Acondicionen, prepárense.
Sergio Vásquez Ochoa