Asocapec se puso fashion con el pasillo del look
Abuelitos, señoras, niños y hasta los que quieren verse más pulentos son parte de la clientela que frecuenta las peluquerías que revivieron el último pasaje de la feria.
Corría el año 2000 y las shoperías y bares eran las reinas del último pasillo del Terminal Asocapec, pero poco a poco algunas emprendedoras vieron en el sector un lugar para emprender en el rubro de la peluquería. Y fue así como en el año 2004 Leticia Choque llegó con todo para abrir su propia peluquería. En un principio tenía una sola, pero ahora su salón de belleza ocupa tres puestos y es uno de los más grandes.
"Aquellos años la mayoría de estos puestos estaban cerrados en su mayoría y solo habían shoperías. A pesar de eso yo decidí instalarme pensando que a futuro esto podría cambiar; fui visionaria", recordó Leticia Choque.
Ahora el sector está lleno de peluquerías, porque con los años las mismas personas que trabajaron en su tiempo con Leticia abrieron sus propias peluquerías y junto a otras mujeres han convertido el sector en el pasillo del look, donde niños, abuelitos, señoras y hasta los que quieren verse más pulentos, son parte de la clientela que frecuenta las peluquerías que revivieron el último pasaje del Terminal Asocapec.
Al caminar por el pasillo los locales ofrecen desde variados cortes hasta hidratación de manos, postura de pestañas, manicura y todo lo que ofrece un salón de belleza.
"El corte italiano que hacen los colombianos está de moda y se hace aquí también; en fin, cada año hay un look que está de moda ", dijo Leticia Choque, mientras trata de afinar los detalles del corte de un niño.
Cambio de rubro
Entre tantas peluquerías que ofrecen cortes a módicos precios, también está el salón de belleza Angélica, de Sonia Rivera, una joven madre que cambió la agricultura por las tijeras y la tintura de cabello hace seis años.
"En Azapa el trabajo es sacrificado, por eso tomé un curso y ahora tengo mi peluquería, donde atiendo a gente que viene de los valles y como tengo una shopería cerca, a veces viene gente con copas y se corta el pelo y se va. Aunque es cierto que también se dan peleas, pero ya no es como antes, porque ahora hay más peluquerías y restaurantes", contó Sonia Rivera.
El ambiente en el sector se ve tranquilo, todas las peluqueras atienden público y las shoperías hacen lo suyo sin molestar a las personas que vienen por un corte. Es que a pesar de todo, los clientes siempre vuelven donde sus caseras, ya sea por el corte, la cercanía o el precio. Por ejemplo en la peluquería Jireh, Daniel Wellsch siempre vuelve para su corte de siempre.
"Prefiero el local porque es uno de los pioneros aquí", dijo el cliente.
Es que este local ya tiene 10 años de antigüedad y al igual que los demás ofrece un corte tradicional o fashion. "Lo que usted necesite", dicen.