No tenía un debut fácil. Apenas había entrenado con sus compañeros y ya estaba entre los titulares para enfrentar el clásico de Manchester. Quizás eso le pasó la cuenta a Claudio Bravo.

El portero chileno tuvo un estreno para el olvido con el City, aunque para su bien, el triunfo de 1-2 en Old Trafford seguramente le bajará el perfil a su baja actuación.

Todo había comenzado favorable para el capitán de la "Roja". En los primeros minutos se veía cómo su juego con los pies era fundamental en la salida de su equipo.

Precisamente, en los pies del meta nacional nació la jugada para el primer tanto del City. Pase de Bravo a Kolarov, centro largo, cabezazo sutil de Iheanacho y gol de De Bruyne a los 15 minutos.

El encuentro transcurría sin problemas para el chileno. No tenía llegadas de peligro y su elenco aumentaba la diferencia con la conquista de Iheanacho a los 35'. Pero la calma se acabaría.

En un tiro libre, el capitán de la "Roja" salió rápidamente para quedarse con el balón, sin embargo, chocó con un compañero y perdió la pelota dejando el balón servido para el gol de Ibrahimovic a los 42'.

Su rostro desconcertado lo decía todo. Y le costó recuperarse, pues sólo unos minutos después, y luego de una gran atajada a Zlatan casi en la línea, cometió otra equivocación en su intento por cortar el ataque. Afortunadamente su compañero Stones evitó la celebración rival.

Estuvo lejos de ser un debut perfecto, sin embargo, ahora Bravo tendrá más tiempo para conocer a sus compañeros y acomodarse a su nuevo equipo.

Habrá que ver si Guardiola le da toda su confianza de cara el duelo de este martes ante el Borussia Mönchengladbach en el estreno de la fase grupal de la Champions League 2016-2017.

Así, la primera jornada de Bravo terminó con un triunfo, pero con una sensación agridulce.