Reinaldo Siles (65) es un conductor de taxi colectivo de la línea 8. En el 2010 le detectaron un tumor bajo el estómago, el que fue extraído en el Hospital Doctor Juan Noé.
Seis años han pasado, pero para él, la pesadilla parece no tener fin. Su única hija, Ximena, clama ayuda y asegura que su padre -quien además es obeso mórbido y tiene elefantiasis en una de sus extremidades inferiores- no ha recibido la atención médica que corresponde.
"Cuando le extrajeron el tumor, al tiempo empezó a crecer de nuevo. Ahora es una masa gigante que impide que mi papá pueda tener una vida normal", comentó.
El hombre, que ha sido atendido por varios médicos en su deambular por el hospital y le han dicho que no puede ser operado nuevamente. "Me dicen que para extraerle el tumor debe, primero, realizarse una cirugía bariátrica. Otro médico nos dijo que lo mejor era amputar su pierna, que la tiene bien complicada. Yo solo busco que me den una solución".
Los argumentos que le dan a Siles para no intervenirlo tienen que ver con que se trata de una cirugía demasiado riesgosa para ser realizada en la ciudad.
"No entiendo por qué no lo derivan a algún hospital en Santiago si acá no lo pueden atender. Veo cómo cada día él empeora y no puedo ayudarlo", expresó.
El lunes pasado, don Reinaldo cayó a Urgencia por una inflamación grave en su pierna, la que está acompañada de heridas expuestas, más descomposición de la zona afectada. Según Ximena, en esa oportunidad tuvieron que esperar atención por más de 10 horas, para luego derivarlo a casa e insistirle en que no puede ser operado. "Me parece que hay una negligencia de parte del hospital. Deberían haberlo hospitalizado y haber analizado su caso. Pero, como siempre, me dijeron que era imposible operar".
Al día siguiente volvió a empeorar, razón por la cual, una ambulancia lo trasladó hasta el hospital donde quedó internado.
Desde el Servicio de Salud indicaron que el paciente fue operado en el 2010, fecha en la que extrajeron un tumor de cinco kilos de grasa. Luego, en el 2011, fue operado laparoscópicamente de la vesícula.
Este año, en junio, estuvo hospitalizado por problemas en su pierna. El tumor es un neurofibroma plexiforme que compromete estructuras nerviosas y vasculares, por lo que intervenirlo es de alto riesgo. El martes el paciente tuvo una hora médica y lo volvieron a hospitalizar para estudiar su caso.