En la Unidad de Traumatología del Hospital Regional de Arica, se encuentra recuperándose de diversas intervenciones un adulto mayor, que hace 3 años fue atropellado en la vía pública y hasta la fecha no puede recordar alguna dirección que lo lleve con sus familiares. No cuenta con documentos, ni memoria que ayude a saber algo más de él. Por eso, las enfermeras lo ayudan en lo que pueden, las Damas de Rojo le colaboran con algunos utensilios de aseo, mientras se recupera de las lesiones que le dejó el atropello.
Por otro lado, el Registro Civil y la PDI han trabajado en conjunto para tener resultados de las impresiones dactilares del adulto mayor para obtener su verdadera identidad, pero no han tenido éxito hasta ahora.
Ficha de ingreso
Cuando el hombre fue atropellado, el hospital lo ingresó con el nombre de Jorge Lay y una dirección particular que el paciente dio en esa oportunidad. Sin embargo, tras el accidente, funcionarios realizaron una visita a esa dirección y corroboraron que nadie conocía al paciente.
Posteriormente, luego de ingresar a la Unidad de Traumatología, el hombre dijo que en realidad su nombre es Jorge Loaiza y que tienen una hermana en Trujillo, Perú. Con esa información se trata de ubicar a su hermana en el país vecino, pero no se registra el nombre que él había dado.
Con dichos antecedentes, el mismo año 2013, se recurrió a la PDI para corroborar sus huellas digitales. El resultado fue que no había nadie con esas huellas dactilares que registrara ingreso o salida del país.
Sin saber exactamente su identidad, también se hicieron averiguaciones en consulados y el Ministerio de Relaciones Exteriores para comprobar su nacionalidad (chilena, peruana o boliviana), lo que tampoco tuvo buenos resultados.
Luego, se contactó a una familia cuidadora de autos que había manifestado cierta cercanía con el paciente e interés para cuidarlo, pero luego de ello, no regresaron al Hospital y tampoco se logró ubicarlos nuevamente.
Según el último reporte de la PDI, en Perú no se encontraron coincidencias a través del apellido Loaiza, y lo más cercano fue Loaise. En ese caso, se registran a dos hermanos de sexo masculino, pero uno de ellos está fallecido.
Finalmente no se sabe con certeza quién es el misterioso paciente. Hasta ahora no han preguntado por él y al parecer nadie lo está buscando. En tanto el adulto mayor continúa su rutina tratando de recordar algo.
50 a 60 años podría tener el paciente que fue atropellado en 2013.