No llegaba con el favoritismo, mucho menos lo tenía cuando perdió a su máxima figura, pero Portugal se sobrepuso a todo y por primera vez se consagró campeón de la Eurocopa.

Sin Cristiano Ronaldo en cancha, otro héroe tuvo que aparecer, uno que salió desde el banco. Eder acabó con el sueño de Francia y con un gol al minuto 108 le dio a su país un título histórico.

Pero, sin duda, la imagen de la final de la Eurocopa fue cuando Cristiano Ronaldo explotó en llanto al minuto 18 y de inmediato se pensó lo peor.

El astro de Portugal fuera de la definición por el título. Y así fue.

Sólo minutos antes de la jugada que encendió las alarmas, el goleador había recibido un fuerte golpe. Eso fue un simple aviso, pues lo peor estaba por venir.

A los 18', el delantero del Real Madrid recibió otra dura falta, ahora de Dimitri Payet.

De inmediato su cara de dolor hacía pensar que la final ya era historia para él.

Cristiano estaba tendido en el suelo, se tomaba la rodilla y sus lágrimas lo decían todo. Sin embargo, no se dio por vencido de inmediato.

Pese a las lágrimas, que hicieron pensar que no daba más, el luso se recuperó, salió y tras recibir atención médica regresó a la cancha.

Pero sus ganas no fueron suficientes. El luso aguantó algunos minutos más, sin embargo, su rodilla no pudo más y terminó saliendo explotando otra vez en llanto.

En el complemento, el cuadro galo tuvo las mejores oportunidades, pero una y otra vez el portero Rui Patrício ahogó el grito de gol de todo un estadio.

Así llegaron al alargue. Los dueños de casa seguían siendo protagonistas, pero la infranqueable táctica lusa no cedía. Los penales estaban a la vista.

Parecía ser que el empate estaba escrito, sin embargo, apareció uno que quizás jamás pensó que se convertirá en un histórico de Portugal. Eder rompió todos los pronósticos y con un potente remate puso el 1-0. Portugal se hizo grande y sus jugadores pasarán a la historia.