La semana pasada les contaba la felicidad de los 33 animales que fueron rescatados de circos de Perú y Colombia, y que son países en donde hoy están prohibidos los circos con animales.
Paradójicamente, el día después, la Presidenta Michelle Bachelet dictó el Reglamento de la ley 20.216 de "Fomento al Circo", en el cual se permite expresamente el uso de "animales amaestrados". Este reglamento nunca había sido dictado (cada ley, independiente del tema, debe tener su respectivo reglamento para poder ser aplicada) y el Gobierno no encontró nada mejor que, en vez de seguir la tendencia mundial de prohibir los circos con animales -es decir, dictar una ley que prohíba en su totalidad el uso de animales en los circos-, dictó el reglamento que les faltaba para "regular" las condiciones de esos pobres animales.
¡Es que me van a perdonar! Pero por muy reguladas las condiciones en que estén los animales y por mucho que el dueño de un circo sea buena persona y quiera a los animales, jamás un león va a estar bien en una jaula, siendo amaestrado con maltrato y transportado de una ciudad a otra en una jaula diminuta, sin poder hacer lo que haría en su estado de libertad. ¡Es obvio! Pero no importa, porque Chile atornilla para cualquier lado.
Lo bueno es que como ahora las políticas públicas son casi respuestas al clamor popular -porque nuestras autoridades no piensan por sí solas-, el ministro de Cultura anunció que apoyaría una indicación que sustituyera la palabra "animales amaestrados" en el proyecto de ley que crea el Ministerio de Cultura, lo que permitiría prohibir el uso de animales en circos.
Es una tremenda noticia lo anunciado pero ojo, no nos dejemos engañar tan fácilmente, porque para que dicha prohibición sea efectiva, deben ser modificadas todas las normas que contienen la permisión de uso de animales como lo son también la ley de caza y la ley de protección animal. O sea, estamos bien en lo que se anunció y es un avance, pero no es la meta cumplida.
Lo que debe pasar es que se dicte una ley que prohíba expresamente el uso de cualquier animal en los circos y así, se modifiquen las leyes que contienen regulaciones de animales en los circos. Solo cuando suceda eso, podremos decir: "Lo logramos". Antes de eso, se valora el gesto y nos da esperanza, pero mientras no veamos en el Diario Oficial la publicación de todo lo dicho, deberemos seguir luchando para que no haya más circos con animales.
"Lo que debe pasar es que se dicte una ley que prohíba expresamente el uso de cualquier animal en los circos."