El Soldado cuenta sus grandes penas en el fútbol profesional
A pesar de que lleva toda una vida ligada al club ariqueño, nunca un jugador se ha acercado a regalarle una camiseta o decirle "bien Soldado, gracias por el apoyo".
Sentado en su casa del antiguo barrio Balmaceda en la población Cabo Aroca de Arica, y aún disfrutando del triunfo que obtuvo San Marcos en la novena fecha ante Colo Colo con el tradicional desayuno ariqueño compuesto de té y marraqueta con aceituna de Azapa, desclasificó las grandes tristezas que ha vivido en el profesionalismo.
José Miguel Contreras o más conocido popularmente en los estadios del país como el Hincha Soldado lleva 11 años vistiendo el uniforme con el que, según se cuenta, Chile participó en la Guerra del Pacífico. Su historia con este atuendo emblemático nació con el fin de homenajear a un amigo discapacitado de Contreras que falleció.
El soldado y su amigo
"El padre de mi amigo era militar y cuando murió yo decidí colocarme este uniforme cada vez que fuera al estadio a alentar a Arica, ese fue uno de los puntos porqué me decidí por el uniforme de guerra. Igual con mi amigo, cuando estaba vivo, nos sentábamos a pensar y diseñar cómo podría alentar al club de manera más entretenida, de hecho cuando murió me dejó una carta escrita para presentarla en el Ejército".
Es el mismo Soldado quien cuenta que de haber sabido que el fútbol profesional iba ser tan ingrato, hubiera pensado más "el asunto de seguir a un club por todo el país".
Miguel Contreras, de 57 primaveras, lleva 11 años siguiendo a San Marcos de Arica con el particular traje de Soldado de la Guerra del Pacífico, y a pesar de no ser ariqueño "me considero más ariqueño que cualquier ariqueño que va al estadio".
"Yo llegué desde Angol al norte con mi papá el año 1965. Con él recorrimos todo Chile, ya que construía las líneas de alta tensión para Endesa".
El Hincha Soldado explica que cuando San Marcos ingresó al fútbol competitivo "yo entraba a la cancha con una camiseta y la bandera de Arica, pero después le envié una carta al Regimiento Rancagua con el fin de solicitarle un traje de soldado y estos me aceptaron la petición , así que un día me llamaron y me dieron a elegir la vestimenta con la que Chile ganó la Guerra del Pacífico".
Desde el 2004 "más o menos que entraba a la cancha con la vestimenta de Soldado; antes de eso era el primero en pasar por el túnel solo con la camiseta y bandera del club, pero eso era antes, cuando la entrada al campo de juego era libre. Después llegó Harold Mayne-Nicholls al asiento de la ANFP y este dejó establecido que el ingreso a la cancha de un estadio de fútbol profesional estaba reservado solo para jugadores y árbitros. Esa fue una de mis primeras penas en el profesionalismo", detalla.
"El fin"
"Ese año que Mayne-Nicholls hizo esa ley, el diario tituló 'El fin del Soldado en el estadio' y yo me pregunté por qué el fin, a lo mejor no voy a poder entrar más, y como no decía nada más me quedé con eso, pero después me explicaron que la prohibición era solo para ingresar a la cancha, así que desde ese momento el acceso solo es a la galería".
"Yo antes entraba a la cancha, me sacaba fotos con los jugadores, era parte del plantel, en realidad era uno más del partido sin serlo, digo sin serlo, porque en todos los años que llevo siguiendo al club nunca, pero nunca, se ha acercado algún dirigente o jugador a regalarme una camiseta o decirme 'bien Soldado', esa yo creo es otra de mis grandes penas en el fútbol profesional", comenta Contreras.
"Mi figura es más mediática y conceptual, ya que nunca he tenido contacto con los jugadores de Arica en los 11 años, o más, que llevo siguiendo al plantel. No me gusta molestarlos, ni desconcentrarlos, ni cuando Arica salió campeón me dieron una camiseta", afirmó con gran tristeza.
La cábala
Pero a pesar de la indiferencia que han establecido los distintos planteles ariqueños a lo largo de los años con quien ya es un emblema nacional del fútbol profesional, el Soldado afirma que es una cábala de San Marcos de Arica. "Cada vez que vengo al estadio ganamos, la última vez que vine fue el año pasado y ganamos, ahora contra Colo Colo me paré de la cama, tomé mis muletas e igual llegué al Mundialista con mi tradicional traje de Soldado de la Guerra del Pacífico y otra vez ganamos", reveló.
Agregó que "todavía está en mi mente el gol de Bubas en el Monumental en el campeonato de Apertura pasado, ya que después de ese gol me tuve que sacar toda mi vestimenta habitual para poder salir del estadio de Colo Colo. Los hinchas estaban esperándonos afuera y si no es por la ayuda de Carabineros y el contertulio de Show de Goles, otro gallo cantaría. Al final ese día tuvimos que salir todos los ariqueños uno arriba de otro en vehículos".
Sin embargo, ni la "pálida" que pasó en octubre del 2015 en Santiago, ni la indiferencia de los planteles nortinos, y menos la ley que hizo oficial la administración de Mayne Nicholls "me sacará el traje, porque es algo que me gusta y si San Marcos sigue en Primera el otro torneo el Monumental deberá recibirme vestido de Soldado ariqueño", afirmó.