Patrimonio y desarrollo de Arica y Parinacota
El paradigma tras el concepto de patrimonio, va generando encuentros y desencuentros en la Región de Arica y Parinacota; porque en el proceso de construcción de herencias culturales compartidas, se revelan tensiones entre los agentes técnicos a cargo de las políticas de patrimonialización y las bases socio-comunitarias. En la actualidad, la participación de las comunidades locales respecto del patrimonio aparece no solamente como un componente ético necesario en la promoción de las ciudadanías culturales y de la profundización de la democracia, sino también un elemento imprescindible para la sostenibilidad del reconocimiento y conservación del patrimonio.
En este sentido, desde un enfoque de derechos, es preciso sostener la ampliación del concepto de patrimonio: desde su acepción de "monumentos" y de "recurso no renovable" hacia otro más amplio que contemple plenamente la cultura inmaterial, es decir, "nuestros" "estilos de vida" y "buen vivir". Implica tal opción, un giro de relevancia. Demanda concebir al desarrollo como una alternativa, donde el patrimonio es un elemento insigne: participa en la (re)definición de nuestras identidades y territorios. Por este motivo, la misma idea de patrimonio tiene que ser considerada como plural y cambiante, sin descartar que pueda ser una potencial fuente de conflictos de interés. Finalmente, más allá de una concepción normativa y folclorizante, que supone el arbitrio de una racionalidad técnica y/o la acción del mercado en la definición del patrimonio, se requiere visualizar su inscripción política, significante y territorial. Implica esto, una apelación a su condición de bien público, en la medida que es un elemento no tarifado que genera cohesión social y ejercicio de derechos de participación e identidad, perteneciendo al conjunto de actores que lo utiliza y resguarda, así como trascendiendo a los parámetros propios del mercado.
Valorizar a la mujer
Muchos hombres se casan, no para tener una compañera, una esposa o alguien que los apoye en la buenas y en las malas, sino para tener una persona que los sirva y haga las cosas en la casa. Es así como la mujer, se transforma en un objeto y una empleada de bajo costo. Aunque últimamente la mujer ha adquirido un rol más protagónico en la sociedad, aún falta mucho para hacerle justicia. El día que recozcamos a la mujer madre-esposa e hija como parte muy importante en nuestras vidas, la estaremos valorizando en plenitud.
Cristhian Cerna-Moscoso
Thibault Saintenoy
Centro de Investigaciones del Hombre del Desierto, CIHDE
Jorge Valenzuela Araya