César Fran viajará con rastreo satelital
Es de las primeras tortugas macho en ser liberada con equipo para su seguimiento en el océano.
La llegada de tortugas ya es un tema conocido por los ariqueños, pero de las 400 que llegan a las costas, la mayoría son hembras, por lo que el rescate y registro de una tortuga macho es un importante evento para el estudio de los quelonios en la región. El programa, que es dirigido por la Universidad Arturo Prat (Unap) y financiado por el Fondo de Innovación a la Competitividad (FIC) del Gobierno Regional de Arica y Parinacota, rescata y registra a cada especimen de la especie de tortugas que van a parar a la puntilla de a playa Chinchorro.
Cesar Fran, como fue bautizado, es una tortuga marina de 160 kilos de peso y fue devuelto al mar con un moderno transmisor satelital que permitirá sondear su desplazamiento y comportamiento y se atribuye su llegada al fenómeno de "El Niño".
Walter Sielfed, biólogo y académico de la Unap , puntualizó que "esta es la única ciudad de América Latina donde se alimentan las tortugas de mar todo el año para luego ir a desovar a Galápagos en Ecuador. De allí radica la importancia de protegerlas, preservarlas y convertir este sector en un lugar turístico y de conservación. Ese es el reto que tiene esta ciudad y sus instituciones".
La mayoría de los ejemplares que llegan al sector costero ariqueño son hembras en búsqueda de alimentación, específicamente de algas de la pradera dispersas en el sector Chinchorro, indicó el zoólogo.
La intendenta Gladys Acuña fue invitada por "Tortumar" a la liberación y destacó el trabajo llevado adelante por estos profesionales universitarios que ha permitido realizar un análisis científico del hábitat; desplazamiento y forma de reproducción de las tortugas. "Arica ya no es la ciudad de la Eterna Primavera sino que también la ciudad de las tortugas porque es la única ciudad de América Latina que cuenta con estas especies, a partir de este proyecto, debemos pensar en algunos aspectos de conservación".
Hasta el momento, el programa ha logrado colocar nueve transmisores; siete para hembras y dos para machos que ya se encuentran en medio del océano emitiendo señales a los investigadores, quienes aclaran que la especie es muy longeva y no necesita reproducirse todos los años.