Desde el viernes 11 de diciembre, Juan Carlos Quispe Chacolla, se daba a conocer públicamente como el culpable de la muerte de los dos carabineros en el altiplano chileno, a través de una declaración escrita que presentó la Fiscalía en el Tribunal de Garantía de Arica, pero la Defensa dice que no se tomó en cuenta - ni en la audiencia, ni posterior a ella-, la forma en que se obtuvo la confesión y qué pasó antes de declararse culpable en la localidad de Charaña, en Bolivia..
Todo partió el miércoles 09 de diciembre, donde vecinos del pueblo boliviano de Charaña, tras haberlo golpeado y rociado con bencina desde las 09:00 horas hasta las 16 horas de ese mismo día, lo entregaron a Carabineros de Chile en la frontera al declarar ser culpable de la muerte de Carabineros, pero lo que Juan Carlos Quispe relató es que si no se echaba la culpa lo mataban vivo.
De acuerdo a la versión emanada de la Defensoría Penal Pública Juan Carlos declaró en el retén de Visviri que era inocente pero aun así lo trasladaron el 09 de diciembre a las 20:40 horas a la Segunda Comisaria de Putre para declarar ante un comisario de la PDI y un capitán del OS-9 de Iquique desde las 02:00 hasta las 05:30 de la madrugada, y por instrucción del Fiscal según los registros de Carabineros.
Allí según Juan Carlos, "lo amenazaron y golpearon en la cabeza, y le pidieron colaboración en la investigación, que se culpara e inventara todo lo sucedido. Ahí la policía les mostró fotos y videos del lugar donde murieron los dos Carabineros, él se negaba pero al verse amenazado en el interrogatorio donde le decían que iba a ser -achicharrado con corriente- si no cooperaba, finalmente cedió en su autoinculpación", según cuenta Raúl Gil, defensor penal público de la causa.
Juan Carlos Quispe declaró en el cuartel de la PDI de Arica frente al fiscal Mario Carrera y en compañía del funcionario de la PDI, quien lo habría obligado a sostener la versión inculpatoria obtenida bajo amenazas en Putre, "Juan Carlos relata que fue este funcionario policial quien iba corrigiéndolo en el testimonio, y que fue el mismo quien escribió la declaración a través de un computador", declaró el defensor.
Durante esa declaración, Juan Carlos Quispe también hizo un dibujo del lugar de la muerte de los dos Carabineros, lo cual expresó en la audiencia que ello había sido por las amenazas recibidas en el interrogatorio en Putre, siendo obligado a dibujar de acuerdo a las fotos que le mostraban los funcionarios policiales.
Tesis de la defensoría
Cuenta el defensor que los últimos días de diciembre, a Quispes lo destinaron a la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC), un equipo dedicado a la erradicación de plantaciones de coca. Y ahí dentro del regimiento supo del crimen del 22 de enero.
En mayo, recuerda, volvió al regimiento y el 27 de junio se licenció. Juan Carlos Quispe asegura que regresó a su casa en Santiago de Machaca con la libreta del servicio militar en la billetera, la cual nunca más volvió a ver luego de la detención en Chile.
Mientras la declaración ocurría en el altiplano chileno, el defensor penal público de Arica, Raúl Gil, le envió un correo al fiscal, Mario Carrera. Le pidió que a Quispe le comuniquen su derecho a guardar silencio y de consentir en prestar declaración a hacerla ante un abogado defensor; según él nada de ello ocurrió.