Desafíos de año nuevo: no es tarde para cumplirlos
A través de nuevas metas, todo el mundo puede cambiar sus hábitos y hasta su personalidad, según los expertos.
El año comenzó y uno empieza a recordar lo que fueron los pasados 365 días. En esta reflexión aparecen ideas sobre lo que se hizo, lo que no y lo que se habría hecho distinto. Entonces uno se compromete consigo mismo y se impone una serie de desafíos. "Voy a tomar menos", "voy a empezar a ir al gimnasio", "voy a ponerme las pilas con los estudios", son los más recurrentes. En definitiva, uno se pone como meta "cambiar".
Ya es 24 de enero y nos olvidamos de todas esas epifanías y nos escudamos en el típico "es que el ser humano no cambia". Sin embargo, según expertos, esto es falso y, con los estímulos indicados, un individuo puede cambiar sus costumbres, hábitos e, incluso, su personalidad.
Según el psicólogo Miguel Silveria, autor del libro '¡Cambiar es posible!', las razones que nos impiden llevar adelanto estos cambios en nuestras vidas residen "en que toda modificación implica una resistencia a abandonar la zona de confort y realizar un esfuerzo extra. La mayoría preferimos seguir en la senda acostumbrada antes que transitar por nuevos caminos, aunque nos perjudique lo que estamos haciendo". Por lo mismo, dice el profesional, es importante enfocarse para mantener la motivación a tope. En ese sentido, se recomienda identificar bien cuál es el hábito que quiero cambiar y no ser demasiado exigente. "Los cambios más drásticos no siempre son fáciles de realizar. En estos casos, la solución pasa por personalizar al máximo la decisión de cambio teniendo en cuenta cada situación individual", explica.
El doctor Mario Alonso Puig (autor de 'Reinventarse: tu segunda oportunidad'), a raíz de lo anterior, señala que esta nueva búsqueda "puede conducir a la necesidad de asumir cierta pérdida de posición social o de valoración de los demás". pero que esto no debe hacernos desistir.